Las lepras de nuestro tiempo

Absolutamente nada es castigo de Dios

Domingo XXVIII del T O. Ciclo C

Extracto del comentario de Faustino Vilabrille. Presbítero.

La Lepra: Aún hoy hay 115 países donde la lepra no ha sido erradicada, a pesar de que es fácil de curar, y detectada a tiempo no deja secuelas, pero aun se producen más de 200.000 nuevos casos cada año, sobre todo en regiones de países pobres, como la India o Brasil. La lepra es una enfermedad muy cruel porque empieza a afectar a las zonas frías: cartílagos, nariz, orejas, y se manifiesta mucho de cara al exterior, con diversas deformaciones. El enfermo está consciente y tiene los órganos vitales bien, pero se siente muy mal, tanto física como moralmente, y más aun las mujeres, pues la exclusión social mata tanto o más que la propia enfermedad. La OMS proporciona tratamiento gratuito a todos los enfermos de los países que reconocen tener la enfermedad, pero algunos no lo hacen por cuestión de imagen, por lo que hay bastantes más de los que recogen las estadísticas.

Esa no fue la actitud de Jesús. En su tiempo la lepra era considerada castigo de Dios. Pero nada es castigo de Dios: Jesús lo deja claro curando a los diez. Ninguna enfermedad es castigo de Dios. Si así fuera Jesús no curaría, como curaba, a toda clase de enfermos. Jesús es la humanización de Dios, para liberar de todo sufrimiento, de todo mal, de toda esclavitud. Donde hay liberación ahí está Dios, donde hay opresión falta Dios. Amenazar con el castigo de Dios, como se hizo tantas y tantas veces, incluso con los niños, es vilipendiar, distorsionar e injuriar el nombre de Dios. Toda religión que no es liberadora es falsa.

Los ritos: De los diez leprosos curados por Jesús, nueve se marcharon corriendo al templo a cumplir con los ritos que mandaba la religión. Solo uno, extranjero, que nada sabe de aquellos ritos, vuelve a hacer lo más lógico y normal, darle gracias a Jesús porque le devolvió la salud. Los ritos por los ritos son una trampa.

LAS LEPRAS DE NUESTRO TIEMPO: Otra clase de lepra mucho más grave, sigue impidiendo curar a los leprosos de hoy y a los afectados por otras muchas enfermedades: Es la lepra del egoísmo, de la avaricia, de la insolidaridad, de la injusticia, de la falta de compromiso con los más empobrecidos del mundo. Esta lepra causa las más grandes y numerosas víctimas de nuestro tiempo. Hoy hay muchas víctimas porque hay grandes y terribles victimadores. Son victimadores los fabricantes de armas de guerra, las multinacionales que explotan y oprimen a los países pobres, los gobiernos y empresarios corruptos y corruptores, los fabricantes de ídolos (modas, deportes de élite) para domesticar a las masas y explotarlas con el consumismo…

Todo el sistema del capitalismo neoliberal y cuantos lo secundan activa o pasivamente conformes con él sin combatirlo, son la lepra y la lacra más grande y nociva de nuestro tiempo, que produce una inmensa riada de millones de víctimas.

¿COMO COMBATIR ESTA LEPRA? No se combate con medicamentos ni hospitales. Es tarea de todo@s, de toda la sociedad; es tarea de educación crítica, es tarea de creer que es posible, es compromiso con los grandes valores del ser humano; es promoción y lucha por los Derechos Humanos; es preguntarnos por la responsabilidad que tenemos cada uno de nosotros; es conversión de nuestra propia mente y nuestro corazón; es elegir y discernir a la hora de votar… es un compromiso inquebrantable con la ética, la honradez, la honestidad, la justicia, la solidaridad, la fraternidad universal, la vida, el amor como ceñidor de la felicidad de toda la creación, como lo fue hasta la muerte, si hace falta, el de Jesús de Nazaret, luchando por los victimados y denunciando y pidiendo la conversión a los victimadores, de los cuales El mismo acabó siendo víctima y perdonándoles “Padre perdónales porque no saben lo que hacen”. Por creer que otro mundo mejor es posible, que podamos oír de El: “tu fe te ha salvado”, como el leproso número 10.

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