Biryogo – Kigali a 22 octubre de 2021

Buenos días a todas, El viernes a las 20 horas llegué  a Ruanda después de más de 13  horas de viaje. Una vez en el aeropuerto tuvimos que pasar varios controles de vacunación, test, visados y repetición de otro test PCR. Digo repetición porque ya me había hecho otro en Pamplona  unas horas antes de tomar el avión.

En definitiva el covid19 resulta un gran negocio para quienes fabrican los test, las vacunas y las mascarillas. De todas las maneras ya se ha avanzado porque ya no tuve que ir al hotel para cumplir con dicho requisito. Speciosa, Mari Carmen y Venuste me estaban esperando y a las nueve llegamos a casa donde nos estaba esperando Pelagie con una cena caliente y rica. Dativa había ido a su casa aprovechando que estaba de vacaciones de la universidad  donde ha realizado el primer curso de contabilidad.

El weekend lo pasé ordenando las cosas para poder estar el lunes a punto de iniciar mi trabajo en el mundo rural. En Biryogo tienen muchísimo trabajo además de curar 200 personas al día están vacunando a la población  Aunque es un mundo bien conocido para mí, el cambio es tan fuerte que se tiene la impresión de aterrizar en un mundo que de nuevo se recibe  un impacto de dolor  en el corazón.

Ya el camino  para llegar es toda una odisea y un baile continuado a causa de los desniveles y de los agujeros. Solo deciros que para hacer 15 Km de camino necesitamos una hora. Evidentemente peor lo pasan quienes lo tienen que hacer a pie porque no hay otros medios de transporte.

Allí estaban  los preferidos del Reino esperando la ayuda mensual de alimento para poder seguir viviendo.  Abuelas y abuelos con sus bastones de palo que habían hecho -algunos- más de 5 km  para llegar. Ellos también por caminos intransitables por el barro y los pedruscos. También enfermos crónicos y mujeres solas con sus hijos por los cuales son capaces de pasar las mil penalidades para sacarlos adelante.

Esta vez y como había empezado el curso escolar el día 11, también estaba presente  un gran grupo de chicas y chicos que habiendo aprobado los exámenes nacionales les habían otorgado estudios secundarios en distintos internados y que carecían de medios para poder pagar las matrículas y los materiales que les exigen para vivir en régimen de internado.

Aprobar los exámenes nacionales supone para ellas y ellos una oportunidad, una puerta abierta  o un camino hacia un futuro mejor y más de acuerdo con poder llevar una vida más digna y como Dios la quiso para todos los seres humanos.

Mi compañero de trabajo ya había pagado en el banco más de 5 000 € para los alumnos de los años anteriores por un trimestre.

Los que estaban allí eran nuevos casos.

Como nos gustaría poder ayudar a todos, pero es imposible. Solo unos pocos pudieron ser acogidos.

También había buenas noticias. La conducción de agua potable que ha costado 170 000€ está terminada y más de 10 000 personas podrán utilizar agua potable y así prevenir enfermedades producidas por aguas infestadas de los charcos y del río Nyabarongo.

Cien personas han trabajado en este proyecto durante 5 meses y han podido vivir mejor. Buena noticia para los campesinos y para toda la población en general. También las mujeres campesinas de la cooperativa han recogido sus cosechas, han  podido formarse y han recibido 4 vacas lecheras que ya han tenido sus pequeños.

Gotas de agua que crean esperanza y dan ánimo y energía.

También la asociación de 40 jóvenes chicos y chicas se ha agrupado para trabajar y les estamos apoyando para que puedan permanecer en el mundo rural e impedir así el éxodo hacia las ciudades.  Están muy motivados.

El colegio técnico ha obtenido la mejor nota en una evaluación de entre 13 colegios elegidos  al azar  y el Ministerio se ha comprometido a construir el alojamiento de los chicos y 6 clases que eran necesarias. Acaban de empezar 350 alumnos chicos y chicas en régimen de internado. A las dos escuelas maternales asisten 140 niños/as de 3 a 5 años que además de la formación pueden comer al mediodía gracias a Misiones Diocesanas de Guipúzcoa. Así se puede ir haciendo realidad aquella frase “muchas pequeñas gentes, en muchos pequeños lugares haciendo muchas pequeñas cosas pueden cambiar el mundo”. Un abrazo para todas de Milagros