Música y poesía para la cuarentena 17

Música para la cuarentena

(IN MEMORIAM)

Dadme la vida que amo:

No la límpida estancia tras de los visillos,

ni el haz de tibio sol sobre el regazo.

No la pajarita grácil,

ni el crucigrama abierto sobre un mantel bordado,

mientras el péndulo desata el engranaje del canto del cuco.

Sino la vida que amo. La hermosa vida que amo:

El signo variable de las intemperies.

El vagar errante y solitario.

El alma elevada en los alcoholes fuertes.

La fiereza en los ojos deslumbrados.

El pasar con nada, el mendrugo de pan.

La indolencia a orillas del río.

Dadme al clarear lo que es mío: La hermosa vida que amo.

El aire de una tonada en el pensamiento.

El espíritu burlón y contentado.

La ocasión del hurto en las vueltas del camino.

El ladrar del perro tras los alambrados.

Los arcos del puente y las ruinas del solar.

El sueño vigilante y breve.

Dadme al fin lo que se me debe.

Dadme la hermosa vida que amo.

Los dones fortuitos de la providencia.

La limosna en la palma de la mano.

El amor non sancto de la prostituta las tabernas del suburbio portuario.

Toda la poesía de la perdición, y en la hora señalada el bello gesto.

Dadme, os lo pido, todo esto. La hermosa vida que amo.

Dadme la vida que amo:

No la límpida estancia tras de los visillos,

ni el haz de tibio sol sobre el regazo.

No el envite del naipe sobre el tapete verde,

ni el arrullo vespertino del rosario,

mientras el péndulo desata el engranaje del canto del cuco.

Sino la vida que amo. La hermosa vida que amo.

Utilizamos cookies propias y de terceros, para realizar el análisis de la navegación de los usuarios. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso. Puedes cambiar la configuración u obtener más información aquí. ACEPTAR
Aviso de cookies
Translate »