“Y cuando al fin volvamos a abrazarnos
propongo, hermanos, no volver los unos
a los otros ni con los mismos ojos
ni con los mismos brazos.
Cuando por fin podamos abrazarnos
no volvamos los unos a los otros
con la misma mirada, el mismo verbo,
el mismo corazon, los mismos brazos.
Al volver a abrazarnos, la mañana
plena de besos, lagrimas, caricias,
que sean nuestros brazos, brazos nuevos,
mas sabios, mas clementes, mas humanos”.
Gozalo Sánchez-Teran