Domingo XV del TO
Por: Paky Lillo, IS. Vita et Pax in CJ. Madrid
Textos Litúrgicos:
Dt 30, 10-14
Sal 68
Col 1, 15-20
Lc 10, 25-37
Ecos De Su Palabra
Al leer el Evangelio de este domingo próximo me ha hecho recordar las veces, bastantes, que Jesús nos invita a actuar: “¿… qué hacéis mirando al cielo?” (hch 1,11); “Dadle vosotros de comer” (Lc 9,13); “Haz eso y tendrás vida” (Lc 10,28), hoy nos dice en Lc 10,37: “Anda y Haz tú lo mismo”… nos encontramos con un Jesús que nos empuja a caminar, teme que nos quedemos quiet*s, quedarse parad*s es como ir hacia atrás, algunas veces en conversaciones con amigas y queriendo hacer planes y que todo nos saliera mal nuestra expresión concluía en que “…lo haremos cuando la vida nos deje”, porque parece que la Vida, su movimiento inquieto nos arrastra, quizás por ello Jesús no quiere que nos paremos, hay que ir con la Vida para dar Vida.
Cuantos rodeos damos antes de actuar, cuantas vueltas y pensamientos pasan por nuestra mente hasta que llegan a nuestro corazón. Si es que llegamos. Jesús vivió el presente, “hay que vivir el presente” ¿por qué? ¿Porque mañana quizás no estemos?, pues también, pero ¿realmente no será que no vivir el presente nos aleja de la realidad? Y con ello dejamos de dar respuesta a las necesidades, dificultades del que camina a nuestro lado y quizás … ¿se nos escape la vida?
La parábola de este evangelio nos habla mucho de formas de “mirar”, nos enseña que realmente somo compañer*s de camino, que hay que mirar al otro y conseguir que no nos moleste su fragilidad, porque en el fondo todos somos seres frágiles y es esa fragilidad la que nos iguala.
La Vida es dinámica, Jesús es una persona dinámica, aprendiz de la fraternidad. Anduvo por los caminos sin una meta física definida porque, yo creo, se dejaba llevar por la vida que lo rodeaba, por las necesidades que surgían a su paso.
Y volvemos al principio, Jesús nos incita a que no nos bloqueemos con pensamientos, historias, doctrinas, ocupaciones,… que nos llevan a quedarnos parad*s, hay personas que aprenderán, al vernos vivir, lo que significa Vivir para el Reino, ser Semillas del Reino igual que nosotr*s aprendimos de Él.