Por: Marina, Emi y Tere VP – Valencia
El Casal de la Paz es una ONG sin ánimo de lucro dedicada a la rehabilitación y reinserción de personas ex-reclusas y reclusas que proceden de Centros penitenciarios. En el Casal reciben alojamiento y acompañamiento temporal según su situación. La mayoría padecen enfermedades, algunas terminales. También acoge a los que tienen permiso de salida, libertad condicional, provisional o definitiva y se ven rechazados de sus familias.
El ambiente en el Casal es como el de una familia numerosa, muy variado, pues hay de todas las razas, edades, religión… Todos se respetan. En cuanto llegan reflejan tristeza, desconfianza, pero poco a poco, cada día, se va apreciando el cambio y descubrimos que sí, que saben sonreír, pero para ello deben percibir el cariño, que alguien les quiere. Es que la alimentación, el cariño, la higiene, la medicación… hacen milagros. Al llegar a este punto ya es más fácil ayudarles a recuperar la confianza en sí mismos.
Ahí se ve el resultado de la labor del personal empleado y del voluntariado. El trabajo de voluntariado es precioso: acompañar, siempre acompañar, tanto al médico como a alguna excursión, como a poner al día su documentación. También celebramos los cumpleaños con una merienda. Con mucho respeto a su pasado, no preguntamos. Escuchar, escuchar cuando ellos necesitan compartir.
También es importante el acompañamiento cuando están en la fase terminal para que no se sientan solos. Hacemos turnos entre voluntarios, residentes y personal para que en los últimos momentos se sientan queridos y acompañados por alguien.
Ahí, en esta tarea de voluntariado aportamos nuestro granito de arena tres personas de Vita et Pax: Marina, Emy y Tere. Estamos muy contentas y tenemos anécdotas y muchas vivencias para compartir… pero otro día más.
