“Bendita Tú Eres Entre Las Mujeres”

Bendita Tú Eres Entre Las Mujeres

 

Domingo II de Adviento Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María
Por: Cecilia Pérez Nadal. I.S. Vita et Pax. Valencia
Textos litúrgicos:

Gn 3,9-15.20
Sal 97
Flp 1,4-6.8-11
Lc 1,26-38

Bendita Tú Eres Entre Las Mujeres

 

Recién inaugurado el Adviento 2024 y con él una nueva Esperanza, precisamente en el segundo de los domingos, celebramos esta gran solemnidad con que la Iglesia nos presenta  a María proclamada  pura e inmaculada, desde el primer instante de su concepción, limpia de pecado, elegida por Dios para ser la Madre de Jesús, del  Salvador.

Qué celebración hermosa en la que desde el inicio canta a la bienamada, bendita entre las mujeres y fidelísima Señora a quien  vemos dominando, según nos presenta ya el libro del Génesis, al causante de nuestro mal y enemigo de Dios.

Figura central del Adviento, preparando el gran Misterio de la Encarnación es ella la digna Madre preservada de culpa, la nueva Eva portadora de la Vida, la Señora y Madre amantísima de la humanidad.

Y como en ella Dios ha hecho maravillas cantamos el canto de alabanza dando voz al Salmo 97 que nos hace estrenar un cántico nuevo donde la tierra entera grita, vitorea, toca…

Y recibimos como dedicada a nosotros, cristianos del s.XXI, esa oración bellísima de Pablo a los Filipenses que en la segunda lectura de hoy pide al Señor que nuestro amor siga creciendo más y más en  penetración y en sensibilidad.

Me gusta en este día de la Inmaculada hacer oración reverente frente al pasaje evangélico de Lucas donde una mujer, una joven judía, recibe con asombro, sorpresa y humildad la más grande noticia jamás dada, pues Dios se quiere contar uno más entre nosotros los humanos.

La Encarnación, talmente anunciada quiero contemplarla con el alma arrodillada y entre lo que puedo comprender, que es nada, y lo que mi imaginación y mi corazón intuyen y creen pobremente, me estoy dando cuenta de que hoy todo es nuevo: el tiempo de la espera, la nueva Mujer, el cántico nuevo, la nueva promesa, el nuevo Adviento que discurre por nuestros días y nos ofrece la nueva esperanza de que para Dios nada hay imposible.

Nada hay imposible desde el Amor. ¿Por qué no nos lo creemos si es lo que necesitamos para poder ser felices?

¡¡Feliz, Tú, porque has Creído!!                     

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