Domingo XI del TO.
Por: Toni Tatay Nieto. Laico. Parr. S. Fco de Sales. Elda. Alicante
Textos Litúrgicos:
Éxodo 19, 2-6
Sal 99
Romanos 5, 6-11.
San Mateo 9, 36―10, 8.
“No Hay Excusas”
El Evangelio de este domingo tiene una enorme actualidad. Ahora, como entonces, sigue habiendo muchas personas “extenuadas y abandonadas”. No hay más que contemplar la realidad con los ojos y los oídos bien abiertos y atentos. No hay excusas.
Para contemplar esa realidad, creo que es necesario una buena dosis de compasión y misericordia si no es imposible . No valdría para nada la fe en caso contrario más que para generar un yo hipertrofiado en nuestra relación con Dios.
Ante estas realidades de “extenuación y abandono” Jesús, aquí y ahora como entonces, nos llama e interpela por nuestro nombre en primera persona. Como hizo con los primeros apóstoles y apóstolas. Con una llamada y propuesta libre y personal.
Me da la sensación de que la llamada no es otra que el mandato de las bienaventuranzas que supera con mucho los mandamientos del Antiguo Testamento. La urgencia misionera a la que estamos llamados todos los bautizados y verdadera misión fundamental de la Iglesia.
Hoy como ayer, siguen existiendo grandes injusticias, desigualdades, “otros tipos de lepras”. Son las mismas instrucciones que muestran claramente las preferencias de Jesús: “No vayáis a tierras de paganos, ni entréis en las ciudades de Samaría, sino id a las ovejas descarriadas de Israel. Id y proclamad que ha llegado el Reino de los cielos. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios. Gratis habéis recibido, dad gratis”.