“Desde Las Raices
mujeres laicas consagradas. Desarrollamos nuestro trabajo en diferente ámbitos: social, político, familiar, económico, etc., ejerciendo las profesiones, tareas, servicios y/o compromisos, de cada una.
la misión tiene como base y cumbre el Amor. Así pues, impulsadas por el Amor de Dios a ser promotoras de Vida y constructoras de Paz. Hoy, continúa nuestra misión en los más diversos campos, especialmente, allí donde la vida o la paz estén más amenazadas: inmigración, cárceles, mujeres maltratadas, enfermos… y donde se haga patente la necesidad de Dios y la carencia de bienes que dignifiquen a la persona.
El/La componente de un instituto secular aúna en su vida la pasión por Dios y la pasión por la humanidad, existe el binomio consagracia y secularidad. Se da totalmente a Dios y también al mundo, de modo que en el mundo se pueda percibir la sal del Evangelio, el perfume de Cristo. En esta síntesis de Secularidad y Consagración, ninguno de los dos aspectos es menor o mayor que el otro.
En esta “normalidad” queremos ser auténticas seguidoras, testigos de Jesucristo, queremos sentir y hacer sentir de verdad, que Dios ha creado el mundo y “anda” en medio de él. Porque sabemos que el mundo, nuestra sociedad, está preñada de semillas de Reino.

