IV DOMINGO de ADVIENTO – C
Por: Juanjo Martínez Domingo. Sj.
Santuario S. Ignacio. Loyola. Guipúzcoa
Textos Litúrgicos:
Miq 5, 1-4
Sal 79
Heb 10, 5-10
Lc 1, 39-45
+ Fue así como el Dios de la Alianza deseó encontrarse con sus fieles, para darles una buena noticia de liberación y para ponerlos en camino: Abraham, Moisés, el Bautista, María, Isabel.
“María se puso en camino deprisa”. Los primeros pasos de María y de Jesús con ella, irán llenando los corazones de una alegría nueva y de una paz duradera. Así será también en nuestros días.
+ Los profetas mantuvieron despierta la espera. No será fácil. Sabemos que para muchas personas la espera se hace muy larga: en las fronteras, en los campos, en aquellas naves frías, los niños con sus madres esperan.
Para María ir de camino será un gesto de fraternidad y de gratitud. El regalo recibido de Dios deberá ser compartido, así será fuente de esperanza, desde el primer instante en Nazaret y Belén hasta el final en la cruz.
– María, que tengamos tu misma fe que confía, tu fe que espera, tu misma fe que ama, dice sí y se pone en camino. Quisiéramos comunicar alegría y confianza, dar a todos la buena noticia: Jesús está llegando y piensa quedarse con nosotros.
+ Un nuevo Sínodo comenzó. Quiere ser foco de luz limpia para una Iglesia en camino, y para un mundo en la indiferencia y el sufrimiento. Que la Iglesia del Señor sea hogar y consuelo para pueblos y gente pequeña, para todos.
María, madre de la Iglesia, será madre del Sínodo. María e Isabel se abrazaron, y todo en su interior y a su alrededor saltó de alegría. Este Sínodo estrechará lazos de comunión entre diferentes, invitando a la participación, sin diferencias ni exclusiones gratuitas.
+ Dios nacerá también hoy en esos lugares infectos donde parece que no hay amor, a veces oculto en el secreto de tantas personas buenas. Estará naciendo también hoy Jesús, indefenso, sin ruido, al modo divino. Confiemos.
– Danos Señor tu mirada para que veamos los signos de salvación de ahora, signos de nuevo humanidad, allí donde a primera vista solo veremos muerte y abandono.