II Domingo de Cuaresma
Por: Maite Menor. Vita et Pax. Guatemala
Textos Litúrgicos:
Gen 12, 1-4
Sal 32
2Tim 1, 8-10
Mt 17, 1-9
Paremos un Poco el Reloj
Las lecturas de este domingo son muy sugerentes. Gen 12, 1-4, nos invita a salir de nuestra “casa”, de nuestras comodidades, de nuestras indiferencias, en el fondo de nuestra zona de confort donde nos sentimos cómodamente ubicadas. Es una oportunidad el que nos preguntemos dónde estamos ubicadas, de dónde tenemos que salir, qué tenemos que dejar, para dirigirnos hacia el espacio, el lugar o la tarea a la que D**s nos invita “hoy”, en nuestra situación concreta en la que cada una estamos.
Es una ocasión para preguntarnos si nos estamos justificando con la edad, con el estado de salud, o con cualquiera otra situación que nos retiene en donde estamos.
El evangelio de Mt nos relata la transfiguración, una experiencia indescriptible que debieron vivir los discípulos de Jesús y que nos puede mover por dentro. Leyéndolo nos invita a contemplar la realidad que nos rodea para ver más allá de lo simplemente aparente.
El mundo parece que vaya demasiado deprisa, tanto, que a veces no nos damos cuenta de lo que vivimos, ni de cómo estamos, de si nos sentimos bien con nuestra manera de estar en el mundo, satisfechas de cómo vivimos nuestro día a día. Y hoy el evangelio nos invita a detenernos y parar un poco en medio de las prisas en las que estamos inmersas, para mirar y contemplar, la realidad que vivimos, la de cerca y la de lejos, el mundo que nos rodea, en el que estamos, el que vamos construyendo con nuestras acciones y omisiones.
Y si logramos detenernos un poco y serenarnos por dentro, nos podremos preguntar si nuestra vida y nuestro modo de proceder va de acuerdo a lo que soñamos, a lo que deseamos, si va de acuerdo con nuestros principios y valores, si va en la misma dirección de lo que Jesús, con su vida y su mensaje, nos mostró.
¿Qué vemos con esa mirada contemplativa? ¿Hay algo que transformar fuera o dentro de nosotras?
A nuestro alrededor vemos ambiciones, ansias de poder de muy diferentes maneras, consumismo, deseos de dominar a otros y a otras, manipulaciones y verdades a medias, etc. Después de todo el camino recorrido a lo largo de nuestra vida ¿nos sentimos felices y satisfechas con lo recorrido? ¿Qué tenemos que transformar para vivir una experiencia profunda del D**s que nos habita y a veces, no somos conscientes de ello? El D**s que nos desborda siempre está dentro de nosotras ¿Lo vivimos así?
La vida nos puede cambiar cuando somos conscientes de ello. Este domingo nos lo podemos preguntar, podemos sondearnos, paremos un poco el reloj y el activismo y mirémonos por dentro, para saborear internamente, la experiencia del D**s que nos habita.
Tal vez, esta experiencia nos fortalezca y nos ayude a no perder la esperanza a pesar de todo lo que nos rodea, por dentro y por fuera de nosotras.