Domingo VII del TO.
Por: Inés Escobar Calle. I.S. “Hogar de Nazaret”. Badajoz
Hoy “escuchamos” que Jesús nos invita a vivir la caridad –el Amor – en plenitud y nos muestra cómo ha de ser ese “Amor” a todos.
“A vosotros que escucháis” …pero, ¿qué escuchamos?, ¿cómo es nuestra escucha? Jesús en el domingo anterior, en el discurso de las Bienaventuranzas nos señalaba el Camino, en este domingo nos muestra el cómo hemos de caminar y comienza:
“Amar a vuestros enemigos” Jesús ¿estás loco? ¿Cómo se puede vivir, practicar este amor al otro? ¡Qué exigente eres Jesús!
“Hacer el bien sin esperar nada a cambio” … sólo, desde el conocimiento de Jesús, de su amor y entrega por los demás podemos vivir lo que hoy se nos pide “sed compasivos, no juzgar…” pero, para vivir con este estilo me pregunto ¿Conocemos a Jesús? ¿Su persona, su vida y su mensaje me interpela?
Quien está en Camino y le pone a Él como referente, le es más fácil caminar; pero, hemos de centrarnos en lo que nos pide con pasión, con ardor, no solo pensarlo en la mente, sino bajarlo al corazón a las entrañas y ponerlo en práctica con nosotros mismos y con quienes nos rodean.
Dejémonos interpelar…
Para amar, perdonar al estilo de Jesús no hay otro Camino que caminar con El “tratar de amistad con Él” y desde este estar, desde esta escucha llevar al mundo de hoy su estilo, su modo de ser, actuar y vivir la aceptación de uno mismo y amar al otro sin esperar nada a cambio ni excluyendo.
“El Amor de Dios es misericordia”, es una invitación constante que compromete a salir al encuentro del otro, es un amor que perdona, acoge, comprende, que se entrega sin límites, que no juzga, que es compasivo, un amor que trata al otro tal como nosotros queremos ser tratados.
Jesús propone la alternativa de la no-violencia, la lógica del perdón; combatir el mal, pero sin destruir sino construir con y desde el amor; presentar la otra mejilla, no desde la pasividad de quien no sabe reaccionar sino como iniciativa de amar sin esperar nada a cambio, perdonando y ofreciendo ayuda.
¿Qué deseo para mí?, ¿ser amado, perdonado, que se tenga confianza en mí? Eso trataré de dar a los otros; busquemos caminos que nos lleven hacia la fraternidad con la convicción de que Dios regala gozo a quien produce amor.
“Dad y se os dará” … Qué invitación tan hermosa, plena y gozosa nos ofrece hoy la Palabra de Dios, hagámosla realidad en nuestras vidas; hay un mundo nuevo que crear, un sueño de Dios a realizar y El necesita de ti y de mi para hacer surgir un poco de luz y de esperanza en tantos corazones rotos.
Concluyendo: Amar al estilo de Jesús compromete a salir al encuentro del sufrimiento del otro, es amar sin condiciones, es vivirlo con paciencia y siempre con esperanza.
¡Ámate y ama! Quien ama como Jesús aprende a mirar los rostros de la persona con compasión.