“Ser Discípulos Del Siglo XXI”

"Ser discípulos del siglo XXI"
VI Domingo de Pascua
Por: Conchi Ruiz Rodríguez. Laica de Ciudad Real

 

Textos Litúrgicos:

Hch 10, 25-26. 34-35.44-48
Sal 97
1Jn 4, 7-10
Jn 15, 9-17

 

Ser Discípulos Del Siglo XXI

 

El tiempo Pascual se va abriendo camino al tiempo que la primavera. Nuestros campos se han teñido de un color verde intenso, gracias a las lluvias, los ríos y arroyos han comenzado a correr, la primavera está siendo una explosión de vida. Del mismo modo los textos que nos propone la liturgia del sexto domingo de Pascua son destellos de vida, de esperanza, es el nacimiento de las primeras comunidades cristianas.

En la primera lectura Hch 10, 25-26.34-35.44-48, podemos destacar dos aspectos importantes: el encuentro entre Pedro y Cornelio y el descenso del Espíritu Santo sobre todas las personas presentes. Cornelio era un hombre pagano, no profesaba la fe de los judíos; llama a pedro y éste va a su casa; Pedro pasa por alto las costumbres y normas de los judíos, que les impedían relacionarse con los paganos y menos aún ir a sus casas. En casa de Cornelio se celebra una reunión a la que asiste Pedro con sus compañeros y Cornelio con sus amigos y familiares. El Espíritu Santo desciende y se posa sobre todos los asistentes, sin hacer distinción de religión, raza o procedencia. Inmediatamente Pedro reacciona y ordena que todos los gentiles allí presentes fueran bautizados.

Este gesto nos recuerda las enseñanzas y los hechos de Jesús con aquellas personas que eran marginadas por algún motivo. Jesús era especialista en eliminar fronteras, tratar a todos con dignidad y llevar la buena nueva de su mensaje a todos. También es una enseñanza para nuestro día a día. Con tantas fronteras como ponemos en nuestras relaciones, con tantas resistencias como ponemos a lo diferente, …

El salmo 98, “cantad al señor un cántico nuevo porque ha hecho maravillas” Este salmo nos invita a reconocer a Dios desde otro prisma, a dar gracias por las maravillas que ha creado y ha puesto al servicio del ser humano. Que se alegren el mar, los ríos, los montes porque este Señor viene a gobernar, no como otros señores que gobiernan desde la tiranía y la esclavitud, nuestro Dios viene a gobernar la tierra desde la justicia y la rectitud. Por ello se nos invita a alabar a Dios de otra manera diferente. Porque este Dios es recto, generoso, bueno, es Padre de todos.

En la segunda lectura 1Jn 4,7-10, San Juan nos habla de identidad, de relación, de amistad. “Amémonos los unos a los otros”. Este es el distintivo de los cristianos, el amor de unos con otros. Dios es amor y nuestro amor procede de Él. Es tarea de toda la vida intensificar la relación personal con Dios, descubrir que estamos habitados por Él. Tomar consciencia del tesoro que hemos recibido y que estamos llamados a compartir.

En el evangelio Jn 15, 9-17, San Juan nos da unas pautas para seguir a Jesús. Insiste, de nuevo, en la relación de amor del Padre con Jesús y cómo ese amor se extiende hacia nosotros. Ese amor ya lo tenemos, es el crédito con el que partimos. Las herramientas que nos propone son: Permanecer en su amor y guardar sus mandamientos. Pero ¿cómo traducimos esta sugerencia en el día a día? Permanecer en la relación con el amigo que sabemos está pendiente de nosotros, nos escucha y nos espera, dedicando espacios a la oración en nuestra vida. Como dirá Santa Teresa respecto a la oración “tratar de amistad con quien sabemos nos ama”. Guardando sus mandamientos: eliminando fronteras con los que vemos diferentes, ejercitando la paciencia, la escucha, siendo honrados en nuestros trabajos, apostando por los últimos, los sencillos, los que nadie quiere,…

De esta manera Jesús nos asegura participar de su gozo, de su alegría, de su vida en plenitud. Es una invitación a ser felices de verdad, una felicidad que no estará libre de dificultades, éstas forman parte del camino, pero eso no significa que no podamos ser felices. Se nos invita a poner nuestras energías y talentos al servicio de un programa de vida poco común, a hacer posible el Reino de Dios aquí y ahora. Un programa que dará un verdadero sentido a la existencia humana. Se nos invita a ser nuevas discípulas y discípulos en el siglo XXI.

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