Por un lado su secularidad (laicos) y por otro su consagración total a Dios (consagrados). La unión de estos dos aspectos, ha sido una novedad que ha inspirado el Espiritu Santo a su Iglesia. No es de extrañar que este entretejido de Secularidad y Consagración cree alguna dificultad para su comprensión.
Ser miembro de un Instituto secular no significa solo llevar a cabo una profesión, tarea o servicio…, sino que significa unir a esta, esa dimensión teológica que te hace tomar conciencia de estar en el corazón del mundo como lugar teológico, como nos dice la L.G. 34, …vivir consagrando el mundo a Dios desde dentro