Un Instituto Secular es una comunidad dinámica, es decir, en un estado permanente de movimiento, tanto geográfico como social, puesto que cada uno permanece, normalmente, en su propio ambiente vital.
Cómo vivimos dónde nos Encontramos
Vivimos formando pequeños grupos, compartiendo en fraternidad proyectos, bienes y objetivos, estos grupos se dividen en grupo-centro y grupo dependiente de centro. Apoyadas por nuestro Instituto Secular y guiadas en nuestros proyectos de vida por una espiritualidad cristocéntrica
Tambíen se puede optar por la vida en familia, por los diversos motivos que pueden apoyar esta decisión, siempre perteneciendo a un grupo de referencia para que nuestra vida sea compartida y reforzada por el propio Instituto Secular representado en el grupo de referencia, situado lo más cercano al propio domicilio familiar.
Se puede optar por esta tercera opción, vida individual, que por ser la última no deja de tener la misma importancia que las otras. Teniendo las mismas características que el resto, se sigue caminando con un grupo de referencia lo más cercano posible al domicilio para apoyarnos en nuestro compartir vida y misión.
Un Instituto Secular necesita algo más que un contacto individual entre sus miembros; hacen falta momentos de vida grupal, encuentros fraternos, indispensables para una formación específica y un apoyo mutuo.
Para ello nos estructuramos en grupo-centro que aglutinan los grupos más cercanos, donde nos reunimos para comunicarnos y compartir las experiencias y reflexiones vividas durante un tiempo. Nuestras casas las llamamos “Etxetxikia” (casa pequeña) uniendo el nombre de cada lugar.
Y para el contacto más amplio organizamos una convivencia anual donde asistimos el mayor número posible de miembros afianzando en ella la formación y el contacto personal y grupal que sirve de unión y estímulo para continuar el camino todas juntas.