Convivencia Vita et Pax en Ruanda.
Por: M. Carmen Martín. Vita et Pax. Ruanda
Del 26 al 30 de diciembre 2021 hemos celebrado la Convivencia de Vita et Pax en Ruanda. Han sido días intensos de trabajo, estudio, oración y alegría. Toda una mezcla, como la vida misma. Esta vez el tema que nos ha convocado ha sido: “Somos buscadoras de Dios”, la cuestión es qué Dios buscamos.
Lo importante no es creer sino en qué Dios creemos, por eso, hemos ido profundizando diferentes imágenes de Dios que aparecen en la Biblia y nuestra compañera M. Carmen ha sido la encargada de animarnos en esta búsqueda.
Empezamos nuestra convivencia recordando unas palabras del Papa Francisco:
La búsqueda del rostro de Dios atraviesa la historia de la humanidad y desde los primeros siglos hasta nuestros días, la vida consagrada (…) ha mantenido siempre viva la búsqueda del rostro de Dios y el amor incondicional a Cristo, como su elemento específico y característico.
Pero el Papa también nos dice: Entre las tentaciones más insidiosas se encuentran la tentación que desemboca en la apatía, en la rutina, en la desmotivación, en la desidia paralizadora de ahí que, para cada consagrado y consagrada el gran desafío consiste en la capacidad de seguir buscando a Dios, en esa búsqueda se verifica si su vida es auténtica o un fraude, en la búsqueda inacabada de Dios, encuentran el principal signo y criterio de la autenticidad de su vida consagrada.
De esta manera, hemos acompañado al pueblo de Israel en su propia búsqueda que hemos hecho nuestra y así hemos encontrado: el dios castigador, el dios que no envía el mal pero lo permite, el dios que nos pone pruebas, el Dios enamorado, el dios del comercio, el Dios ‘amor sin fronteras’, el Dios que escucha, el Dios sin poder, el Dios humano, el Dios con entrañas de misericordia…
Hemos ‘limpiado’ nuestras imágenes de Dios hasta llegar al Dios de Jesús, a ese Dios que antes de pedir perdón ya nos ha perdonado y es la experiencia de su amor gratuito el que nos da fuerza para cambiar y ser mejores personas.
Con el corazón renovado, danzas, saludos, agradecimientos, cantos… hemos concluido la convivencia y cada una ha salido para su misión. Hasta el próximo encuentro compañeras.