13 Domingo T.O. Ciclo C
Por: Mª Carmen Nieto León. Mujeres y Teología de Ciudad Real
La primera lectura nos muestra cómo Eliseo es elegido profeta y se une a Elías. Él que tiene trabajo, familia, y una vida resuelta sigue a Elías y es capaz de desprenderse de todo lo que le ata, sacrifica a los bueyes, que son los que le han estado dando de comer hasta ahora. Eliseo ha aceptado el despojarse de todo para seguir al Señor, para ser un instrumento que ayude a anunciar su Reino de Amor. Esta opción de Eliseo me interpela y me hace pensar si yo, que me erijo en seguidora y que intento mostrar el Reino de Dios, soy capaz de optar por el servicio y despojarme de todas las comodidades que me rodean y que me impiden poner en el centro al Señor y su mensaje.
Toda esta decisión de Eliseo y de Elías se entiende desde el Salmo de hoy, que muestra la confianza en el Señor, en que nos acompaña, en que está siempre a nuestro lado, protegiéndonos, queriéndonos, mostrándonos el camino de la felicidad, de la VIDA plena. Desde esta idea es desde donde se pueden tomar esas opciones en la vida de despojarse y seguir al Señor para ayudarle a construir su Reino de amor.
La segunda lectura nos invita a la libertad, pero una libertad que nos lleve a vivir en plenitud, a nosotros y las personas que nos rodean. La libertad que nos viene del espíritu es la que tiene en cuenta a nuestros hermanos, la que no busca el bien individual, si no el bien común, la que nos ha de ayudar a construir un mundo en el que todas las personas seamos felices. Es sobreponer el bienestar de todos al mío mismo. Ahí está la auténtica libertad y la felicidad que nos vienen del evangelio.
Lucas, en el evangelio, sigue mostrándonos cómo Jesús llama a todo el que se acerca, pero también nos muestra cómo no todos responden a la llamada. Y es que responder a esa llamada es de valientes, de gente entregada que realmente está enamorada de Jesús. El Reino de Dios es para todos, esa es la llamada universal, pero no todas las personas respondemos de igual manera, por eso Dios nos da la libertad de elegir. Él mismo no es bien recibido en muchos lugares y en vez de enfadarse sigue su camino se marcha a otro lugar donde poder ayudar y anunciar su mensaje. No busca venganza, ni castigos, él ha entendido que por encima de todo está la libertad que Dios nos ha dado para que gobernemos nuestras vidas y desde ahí es desde donde hemos de tomar las opciones de seguir anunciando el proyecto de Dios.
¡Qué alegría es saberse despojada y libre para seguir siendo un medio en la construcción del Reino de Dios! ¡Qué suerte los que nos sabemos elegidos y elegidas por el Señor para anunciar su Reino! Habrá que seguir avanzando en despojarnos de todo lo que nos ata para ser más fieles al Mensaje de Felicidad para todas las personas, en especial ser Buena Noticia para las personas que peor lo pasan.