Dios Nos Sigue Llamando Hoy

Dios nos digue llamando hoy

II Domingo del TO
Por: Rosa Mª González. Vita et Pax. Tafalla

Textos Litúrgicos:

Is 49, 3. 5-6
Sal 39
1Cor 1, 1-3
Jn 1, 29-34

 

Comenzamos el tiempo ordinario. Dejamos atrás tantas celebraciones de estos últimos días que, como en la vida misma, es una pequeña parte de nuestra vida real.

Después de las celebraciones navideñas, de tanta algarabía, de tantos gastos, a veces exagerados, nos toca vivir un tiempo de serenidad, de reflexión, de poner en marcha el significado de la venida de Jesús entre nosotros-as: “la presencia de Dios en la tierra por la Encarnación de su Hijo Jesús, por obra del Espíritu Santo, en María, la joven de Nazareth”.

Esta presencia constante de amor al universo entero y en cada ser, la vamos descubriendo poco a poco si permanecemos en su amor; si nos vamos sintiendo Hijas amadas de Dios, la fuente y la fuerza de nuestro actuar cristiano que nos conduce a una fraternidad universal y local.

La liturgia de hoy nos presenta unas lecturas en las que nos hablan de elección, de llamada, de misión. Sentir esa llamada es muy importante, pero más todavía es saber el para qué nos llamó y nos sigue llamando hoy.

El profeta Isaías nos presenta al Siervo, el elegido para: “te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra”.

Pablo se siente llamado a ser apóstol de Jesucristo y junto con Sostenes, nos desea, al comienzo de su carta a los corintios, a todos los llamados por Jesucristo, la gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.

Y en el evangelio según San Juan, nos presenta a un Juan bautista que no es el mismo que nos relató San Mateo. Es el Bautista quien ve bajar al Espíritu, percibe el origen divino de Jesús y termina diciendo: “yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios”.

La salvación, la paz,  el anuncio de la Palabra, nuestro testimonio de vida, nuestra atención a quienes más lo necesitan, nuestros proyectos por pequeños o grandes que sean…..  La llamada es personal y en cada época de la vida nos llama según nuestras fuerzas. Lo importante es la fidelidad al para qué nos llama el Señor.

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