El Vértigo de las Preguntas de Jesús

El vertigo de las preguntas de Jesús
Domingo XV del TO
Por: Justo Prieto sj. La Palma de Gran Canaria

 

Textos Litúrgicos:

Is 55, 10-11
Sal 64
Rom 8, 18-23
Mt 13, 1-23

El Vértigo de las Preguntas de Jesús

 

El extenso texto que este domingo proclama la liturgia Mt. 13, 1-23, a simple vista le podamos dividir en tres partes: Primeros versículos donde nos sitúa a Jesús. “salió de casa y se sentó en el lago”, una segunda parte la parábola del sembrador, una tercera la pregunta que le hacen a Jesús los discípulos: “¿Por qué razón les hablas en parábolas? Y razones que da Jesús y una tercera y última como conclusión la explicación que hace Jesús de la parábola.

Jesús no era un teólogo especulativo, sino un hombre profundo de la experiencia de Dios, por eso tiene claro que tiene que comunicar esta experiencia, pero con palabras que la gente le entiendan, por eso usa imágenes de la vida corriente, que los oyentes entiendan bien. Las parábolas son historias tomadas de la realidad que sirven para ilustrar unas enseñanzas (F. Ulibarri). Las parábolas son dichos de Jesús que quedaron grabadas en la memoria de la iglesia primitiva, en las primeras comunidad, concretamente en la comunidad de Mateo y cómo éste las adapto a las necesidades de su comunidad. En ellas, y en la interpretación que les acompaña, se percibe la preocupación de un pastor que intenta animar, exhortar y fortalecer en la fe a su comunidad.

Hoy podríamos decir que estas parábolas o imágenes, a la gente de hoy, se les queda algo lejano, porque somos una sociedad urbanita, de cemento, hormigón y contaminación de los coches, y se nos queda lejos lo de sembrar, pero su contenido es actual porque lo que Jesús  nos está diciendo es el modo en que acogemos su palabra:

¿Cómo seguimos acogiendo la palabras de Jesús y la hacemos vida, concreta en nuestro día a día?, es decir ¿Cómo cristianos, nos tomamos en serio, su mensaje y nos convertimos en testigos de él en medio de nuestro mundo, cada vez más, secular?, ¿Tenemos oídos que acogen, internaliza dicha palabra?.

Podríamos decir qué conclusión práctica podíamos entresacar para hacer vida esta palabra. En la revista “Eucaristía”, de verbo divino, nos propone tres actitudes que os señalo:

1.- Para poder acoger la palabra de Jesús hemos de aprender a escucharla con interés y con el corazón, como María, la madre de Jesús hacia, nos dice Lucas, .

2.- Colocarla en el centro, en medio de la vida personal, que eso es meditar, y permitir que la palabra se haga vida y nos interpele, que resuene en nosotros como una bella canción.

3.- El hacer realidad, en el día a día las dos actitudes anteriores, que no quede solo escuchada, meditada sino expresada con nuestros actos, lo que el refrán castellano expresa: “obras son amores y no buenas razones”.

Acoger, colocar en el centro y vivir, sería el trabajo que nos impulsa la palabra de este domingo, con esta parábola que todos nos sabemos de memoria, pero que no la hacemos real.

“El Evangelio de este domingo es luz, esperanza y paz para el que sienta el vértigo de las preguntas, que la palabra de Jesús nos lanza….Esta sociedad lo necesitan, Muchos creyentes lo necesitan” (F Ulibarri) .

Utilizamos cookies propias y de terceros, para realizar el análisis de la navegación de los usuarios. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso. Puedes cambiar la configuración u obtener más información aquí. ACEPTAR
Aviso de cookies
Translate »