Por: Secretariado de espiritualidad. Vita et Pax.
Del 17 al 24 de octubre 2013, el Instituto Vita et Pax organizó una tanda de Ejercicios espirituales en Huarte. Pamplona. Nos acompañó el franciscano capuchino Fidel Aizpurúa Donazar. El tema elegido fue “En la noche latieron las señales. Los ‘otros sacramentos’ en el Evangelio de Juan”. Participamos 19 personas.
Fidel nos propuso una travesía sacramental a través del Evangelio de Juan. Apuntó a que la tradición de la Iglesia ha fundamentado su práctica sacramental dirigiendo su mirada, entre otros ámbitos, al evangélico. Pero si entendemos los sacramentos de una manera más amplia, más flexible, como signos elocuentes que nos llevan a una mayor profundidad de vida y de fe, puede vislumbrarse en las páginas bíblicas una multitud de “otros sacramentos” que nos hablan elocuentemente de la hermosa realidad de Dios y de la no menos bella realidad humana.
Trabajar la profundidad es uno de los grandes retos de nuestra época y de nuestra fe porque quien sabe de la profundidad, sabe también de Dios. Fidel nos matizó que denominamos a los ejercicios como “espirituales” pero su gran cometido no es la conversión sino mejorar un poco nuestra espiritualidad y una manera de hacerlo es ahondando en la Palabra. Ésta, con el silencio, la reflexión y el sosiego personal pueden ser herramientas buenas que nos lleven al fin deseado.
Nos invitó a que como Ezequiel o el vidente del Apocalipsis, estuviéramos dispuestas a “devorar” el libro, a beber con sed, a dejar que la Palabra de Jesús nos hiciera “arder” el corazón como les ocurrió a aquellos dos de Emaús, él y ella, que iban a la finca (Lc 24,32).
Fidel escogió el título del retiro de un verso de Eloy Sáchez Rosillo: “En la noche latieron las señales”. Eso son los “otros sacramentos” del Evangelio de Juan, un latido en nuestra noche, en nuestro cansancio, en nuestra rutina, en el polvo de nuestros días. El latido de la Palabra que es el latido de Jesús que quiere decirnos que siempre hay posibilidad de activar el seguimiento, que nunca hay que desanimarse y dar la batalla por perdida.
Estos son los sacramentos elegidos:
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El sacramento del “vino guardado” que alegra la vida: Jn 2,1-12
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El sacramento increíble de los encuentros en el cuerpo amado: Jn 2,13-22
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El sacramento del viento inasible: Jn 3,4-8
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El sacramento de la camilla dominada: Jn 5,1-9a
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El sacramento del barro que abre a la luz: Jn 9,1-7
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El sacramento del pastor distinto que se entrega: Jn 10,11-14
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El sacramento del grano caído en la tierra: Jn 12,20-26
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El sacramento del servicio necesario: Jn 13,1-15
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El sacramento del pan untado: Jn 13,21-32
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El sacramento de Dios en el fondo de la vida: Jn 14,22-24
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El sacramento de la cruz asumida: Jn 19,16b-18
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El sacramento de los nombres pronunciados con amor: Jn 20,11-18