¡¡Escucha!!

escucha Israel
Domingo XXXI del TO.
Por: Sagrario Olza. Vita et Pax. Pamplona

Textos Litúrgicos:

Dt 6, 2-6
Sal 17
Heb 7, 23-28
Mc 12, 28-34

Nos acercamos al final del Año Litúrgico. Cuando vemos que estamos próximos a terminar algo que llevamos entre manos,  instintivamente miramos a lo realizado y valoramos  si nos gusta cómo va quedando nuestra obra; si no nos satisface del todo podemos hacer alguna modificación y ponemos todo nuestro interés en la tarea final.

Éste puede ser ese momento de evaluación del Año transcurrido. Cómo hemos vivido los variados y complejos acontecimientos que a lo largo del año han ido sucediendo: personales, locales, mundiales. Los resultados pueden servirnos para planificar el Nuevo Año Litúrgico que iniciaremos el 28 de Noviembre.

Tanto para finalizar una etapa como para iniciar la siguiente puede servirnos la llamada que nos hacen dos de las Lecturas de este Domingo:¡¡ESCUCHA!!

En la primera, tomada del Libro del Deuteronomio (6,2-6), Moisés invita al  Pueblo, y hasta podemos decir que le apremia: “¡Escucha, Israel…!”  Es una llamada a ser fieles a la Alianza establecida con Dios. La llamada de Moisés recuerda al Pueblo sus compromisos: reconocer que “el Señor es nuestro Dios, el  Señor es uno solo; … le amarás con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas. Esta palabras que yo te mando hoy estarán en tu corazón”.

El evangelista San Marcos (12,28b-34). Nos narra la escena de un escriba que se acercó a Jesús para preguntarle cuál era el primero –el más importante- de los mandamientos de la Ley. Jesús le responde: “El primero es…” y retoma las palabras que Moisés había dirigido al Pueblo: “¡Escucha, Israel!…”  Y Jesús añadió: “El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

La Ley de Dios, los Mandamientos que debía observar el Pueblo de Israel, no sólo pedían el reconocimiento de Dios como el Único, al que debían amar de todo corazón; sino que también había una petición de fidelidad a la Ley de Dios también suponía acoger a los extranjeros, ocuparse de los necesitados, de los huérfanos y las viudas… La fidelidad y el amor a Dios suponían también el amor al prójimo.   Primero y segundo, en la respuesta de Jesús, es unificarlos; no puede darse el uno sin el otro.

¡”Escucha Israel”! es un llamada permanente para todos nosotros, en todo tiempo, en toda circunstancia. Te llama a ti. Es una llamada única y personal, una llamada muy concreta para todos nosotros, los que queremos seguir a Jesús, como Comunidad Cristiana prolongando el camino que Él inició.  Una llamada Universal, para todo el que quiera aportar su grano de arena para construir un mundo más humano.

Escuchar y Mirar. La Mirada Atenta puede afinar el oído para la Escucha Atenta. Ensanchar la Mirada y Ver lo que pasa más allá de nuestro entorno, ser conscientes de las circunstancias del mundo en el que vivimos y sus repercusiones dolorosas para tantas gentes, lejanas y cercanas…nos ayudará a Escuchar con el Corazón.

 Para dar nuestra respuesta, ¿necesitamos ayuda, alguien que nos acompañe y anime? Recemos con el Salmo de este mismo Domingo (Salmo 17):

“Yo te amo, Señor, tú eres mi Fortaleza”

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