Domingo XIV del TO.
Por: Teresa Miñana. Vita et Pax. Valencia
Textos Litúrgicos:
Zac 9, 9-10
Sal 144
Rom 8,9. 11-14
Mt 11, 25-30
“Esta es Nuestra Alegría”
Profundizando en las lecturas de este domingo, me parece que vienen como anillo al dedo para la actualidad que vivimos:
“La mies es abundante y los obreros pocos”
Y aquí podemos hacernos varias preguntas para profundizar en el sentido del texto. Creo que los obreros somos cada uno de los que confesamos a Jesús como Señor. Jesús se rodeó de discípulos a los que preparó para predicar la llegada del reino de Dios. La vida misma de la iglesia es esencialmente misionera y cada una de nosotras formamos la Iglesia. Y quiero subrayar que no somos meramente observantes de normas, sino personas llamadas a identificarnos, transformarnos en el propio Jesús. El cristianismo tiene como modelo una Persona, Cristo.
Y como obreras, tenemos una misión: anunciar y construir la PAZ, que es armonía y comunión absoluta.
Jesús nos libera de la ley y del pecado, para él no basta ser observantes hay que ser amantes, para Jesús cuenta el amor incondicional, no la sumisión.
Y hoy faltan muchos misioneros, porque el Señor nos sigue mandando a anunciar su Reino. Esta es nuestra misión allá donde estemos, cerca o lejos, siendo jóvenes o mayores, porque esta misión no acaba nunca y es el Espíritu quien nos da la fuerza necesaria para anunciar con la vida. Tenemos la obligación de estar permanentemente formándonos para que el mensaje nos llegue y llegue con diafanidad y verdad.
El texto describe perfectamente cómo debe ser este anuncio:
“Poneos en camino” Este anuncio no se puede hacer sentados. Seguir a Jesús exige disponibilidad permanente y desapego a toda clase de seguridades.
“Mirad que os mando como ovejas en medio de lobos” Hoy también las misioneras no son muy bien recibidas fuera de su entorno de seguridad, pero la fuerza la reciben de su fe en el Señor y del amor al evangelio.
“Ni talega, ni alforja, ni sandalias” Superar las seguridades materiales, el poder, el prestigio. Utilizar los medios de comunicación, pero no poner nuestra confianza en ellos.
“Decid primero PAZ” Llevar la paz significa llevar los medios que hacen a la persona sentirse a gusto. Ayudar a las personas a ser más humanos y humanizar su entorno.
“Curad a los enfermos que haya” Curar significa alejar de un ser humano todo aquello que le impida ser él o ella misma. Hoy hay que atender a las enfermedades psíquicas. ESCUCHAR.
“El reino, que es Dios, está cerca” El reino de Dios está dentro de mí, no hay que buscarlo en ningún sitio raro. Quien va a proclamar el reino tiene que manifestar con su vida que pertenece a ese Reino y estar dispuesto al servicio en todo momento.
Remato este comentario con la alegría y el consuelo que nos ofrece Isaías 66:
Llevarán en brazos a sus criaturas
y sobre las rodillas las acariciarán;
como a un niño a quien su madre consuela,
así os consolaré yo,
y en Jerusalén seréis consolados.
Al verlo, se alegrará vuestro corazón,
y vuestros huesos florecerán como un prado,
se manifestará a sus siervos la mano del Señor».
Y esta es nuestra alegría, el consuelo que Dios nos da a todos sus hijos. Solamente es necesario escuchar su voz, que nos habla al corazón y nos invita a consolar este mundo confundido por la hipocresía, la soberbia y el desamor. Así devolver la esperanza. Esta es nuestra alegría