Por fin, después de muchos meses, el Grupo Vida y Paz de Alboraya al que se han añadido dos componentes del de Pintor López, nos hemos vuelto a reunir. El encuentro, festivo y muy deseado; hace más de año y medio desde que la pandemia nos hizo recluir en casa y vetadas todas las reuniones nos obligó a pensar que no volveríamos a tener estos ratos de reflexión y oración, de intercambio y conocimiento mutuo alrededor del Amigo Jesucristo.
La alegría de volvernos a ver no empañó el recuerdo de quien durante este tiempo ha pasado a vivir la realidad de Dios (Encarna) y de tres compañeras más que por motivos de salud y otras circunstancias personales no estuvieren físicamente presentes.
Después de los intercambios y saludos, de lo más significativo de cómo hemos vivido las experiencias provocadas por la pandemia, buscamos entrar en el ambiente en el que Jesús, cansado del camino, se encuentra con una mujer que llega al pozo para llenar su cántaro vacío.
El pasaje joánico de este maravilloso encuentro, uno de los varios y diversos que nos muestran los evangelios, nos conduce a ese entorno en el que se habla de sed y del culto que debemos dar a Dios en el corazón.
La reflexión planteada en este Retiro nos ha llevado a un compartir entre nosotras y como propuesta seguir “madurando” el texto y los subrayados especiales que nos ha brindado.
Agradecimos a Mary Carmen su colaboración, hicimos una oración final de acción de gracias y petición, y nos despedimos hasta el último martes del mes de noviembre.
Estamos contentas. Parece que volvemos a la normalidad, aunque todavía con mascarillas… ¡Qué bien!
Grupo Vida y Paz de Alboraya (Valencia)