Id a anunciar al mundo lo que estáis viendo y oyendo

Id por el mundo

Domingo 3º de Adviento Ciclo A

Pos: Rosa Mª González. Vita et Pax. Tafalla (Navarra)

Hermanos, tomad como modelo de resistencia y de paciencia a los profetas que hablaron en el nombre del señor”

¿Qué  le ha pasado al profeta?

Leyendo la primera lectura del profeta Isaías describiéndonos un universo tan perfecto, te preguntas: ¿Qué  le ha pasado al profeta para que en el capítulo anterior nos presente a un Dios castigador que solo habla de exterminio, de cólera, de espadas, de sangre etc. etc. justificando que todo eso vendrá: “Porque el Señor está airado con todas las naciones.”? ¿Tanta fuerza y tanta confianza en el Señor han tenido los profetas y, en concreto el profeta Isaías, para que en este III domingo de Adviento nos haga imaginar y soñar con un mundo tan ideal?

Releyendo a Eloi Leclerc en su libro “El pueblo de Dios en la noche”, ayuda a entender el lenguaje que emplea para animar a su pueblo:

“Los profetas anuncian una intervención de Yahvé que no será una reedición del pasado sino algo absolutamente nuevo…….los profetas no describen la nueva tierra prometida, sino que la SUEÑAN. Y esta tierra será un lugar de paz, donde no existirá ni  violencia, ni opresión, ni conflicto de ninguna clase. Allí reinará el derecho, la justicia y la paz…….El profeta emplea el lenguaje de sus SUEÑOS MÁS PROFUNDOS: La gran alianza que reunirá en una misma comunión la naturaleza, el hombre y Dios y no hay que buscarla más en el pasado porque está en el futuro que falta por construir”.

¿Qué falta por construir?

Si contemplamos el mundo real en el que vivimos hoy en tantos lugares de la tierra; envueltos en guerras, catástrofes, hambrunas, campos de refugiados, emigrantes…buscando un mundo mejor donde poder vivir, podemos seguir preguntándonos: ¿qué falta por construir?.  A nosotras y nosotros preguntarnos y respondernos en verdad cómo vivimos la fraternidad con los más desposeídos, cómo los miramos, los acogemos, cuál es nuestra pequeña o gran aportación para ir construyendo un mundo más parecido al que nos narra hoy el profeta Isaías. El sueño de Dios, el que nos transmitieron los profetas, el que nos siguen transmitiendo tantas gentes colaborando en la construcción de una humanidad nueva, en ese lugar está nuestra misión de cada día.

El apóstol Santiago nos invita reiteradamente a esperar con paciencia hasta la venida del Señor y nos pone como ejemplo al labrador aguardando el fruto precioso de la tierra. Surge inmediatamente la escena del labrador mirando al cielo. Él ya ha labrado la tierra, ya ha sembrado, ya ha regado, ya la ha contemplado. Él ha hecho su trabajo, ahora le toca esperar activamente. Nosotras no somos labradoras, pero sí tenemos una tierra asignada para labrar, sembrar, regar y contemplar.

El evangelio de hoy, una vez más, nos presenta a Jesús respondiendo a las preguntas que le hacen, remitiéndoles a sus obras: “id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo”. Sus preferidos son siempre los más débiles: ciegos, cojos, leprosos, sordos; los pobres de solemnidad de esos tiempos. Hoy tenemos además muchos más estilos de pobreza, están a nuestro lado, solo necesitamos abrir los ojos y poner manos a la obra sabiendo que la fuerza nos viene del Señor como nos dice el Canto de Comunión:” Sed fuertes, no temáis. He aquí nuestro Dios que viene y nos salvará”.

 

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