Por: Equipo de Difusión del Carisma. Vita et Pax.
Llegó el día tan esperado, el 26 de junio, a nivel nacional se celebraban las elecciones generales, a nivel institucional, el segundo encuentro de los grupos Vida y Paz. La cita era en Valencia, en nuestra casa de la calle Pintor López. Y allí acudimos, con premura, con ilusión, con una expectativa anticipada que hacía vibrar el corazón. El lema del encuentro nos gustaba, sencillamente, “Somos familia”.
Después de los saludos, los abrazos, el cafecito… iniciamos con la invocación al Espíritu Santo. Le pedimos a la Ruah bendita que iluminara nuestro día y nos abriera a la Vida y la Paz del Resucitado. Siguió el saludo y bienvenida, por escrito, de nuestra Directora General que terminaba con este deseo: “Poco a poco vais formando parte de nuestra historia, que este encuentro nos ayude a estrechar lazos entre todos y salgamos más fortalecidos para hacer realidad ese mundo nuevo donde todos tendremos una vida plena y digna y una fraternidad reconciliada”.
También el último grupo formado al otro lado del Atlántico, en Xela (Guatemala), se hizo presente y nos decían “les enviamos un saludo desde esta lejana tierra rodeada de volcanes, con un clima frío, pero con mucho calor humano al saber que del otro lado del mundo hay personas como nosotras recibiendo esta misma formación y carisma. Esto nos hace sentirnos bendecidas y especiales a los ojos de Dios, El es quien nos une a través de este lazo invisible de la fe, y les enviamos ÁNIMO para no dejar de reunirse, a seguir caminando juntas de la mano de Dios…”.
Sin más demora iniciamos con la primera exposición del día, “Nacimiento de Vita et Pax”, a cargo de M. Carmen Álvarez. Con sencillez, claridad y pasión, nos fue desgranando este acontecimiento: “¿Cómo nació el Instituto Secular Vita et Pax?. Seguramente sin saber que nacía; en principio, nadie lo había previsto o pretendido. Si comparamos con los nacimientos de seres humanos, vemos que muchos son fruto del amor. Otros lo son de diversas circunstancias: leyes de la naturaleza, ‘casualidades’, violencias, etc.
Vita et Pax nació del amor, de la iniciativa de Dios, que fue inspirando, sugiriendo, iluminando, dando fortaleza. En palabras del Papa Francisco, Dios ‘primereó’, fue por delante, eligió, llamó, ofertó y obtuvo respuesta; una primera respuesta y otra, otras, muchas… Ojalá hayan sido las que Él esperaba, ojalá sus expectativas ayer y hoy, no se hayan visto defraudadas a pesar de todos los límites humanos…”.
Con el corazón caldeado tuvimos la primera “mesa redonda” del día: los testimonios de vida consagrada en Vita et Pax de tres compañeras que nos fueron compartiendo cómo se encontraron con Dios, cómo sintieron su llamada y las respuestas que fueron dando desde la mediación del Instituto Secular Vita et Pax.
Una segunda “mesa redonda” concluyó la mañana de trabajo. Esta vez, otras tres compañeras ofrecieron sus testimonios de vida en los Grupos Vida y Paz. Decían: “desde que acudimos a las reuniones se ha ido transformando la imagen de Dios, un Dios que, aunque bueno, era un tanto alejado del día a día y que ahora lo sentimos cercano, que habita dentro de nosotros, que es nuestro AMIGO con mayúsculas y que nos acompaña en nuestro caminar… Esa es la novedad que ha llegado a nuestra vida y se ha ido haciendo poco a poco, compartiendo y orando”.
Tuvimos una rica comida y una sobremesa larga y compartida. Y concluimos nuestro encuentro, como no podía ser menos, con la celebración de la Eucaristía. Nos fuimos con el deseo de ser mujeres y hombres amigos de Jesús, que transmiten su Vida y su Paz en medio de nuestro mundo, deseamos seguir tejiendo los lazos familiares para seguir compartiendo el mismo Carisma y la misma Misión.