Domingo XIII del TO.
Por: Paky Lillo. Vita et Pax. Alicante

Textos Litúrgicos:

2 Re 4, 8-11. 14-16
Sal 88
Rom 6, 3-4. 8-11
Mt 10, 37-42

Jesús es el camino

Jesús es el modelo a seguir. Durante nuestra vida buscamos siempre un referente que sea seguro y que vaya marcando nuestra vida. ¿Quién mejor que Jesús? Él no soportaba ver sufrir, porque el sufrimiento es malo, para él y para los demás. Su mensaje siempre va contra la marginación, la injusticia, la violencia,… su misión era eliminar todo sufrir y quería contagiar esa conducta que nos lleva a vivir haciendo el bien.

Seguir el camino de Jesús, es entre otras cosas, saber descubrir en el otro la presencia del Dios que nos habita; así como la sunamita sabe descubrir en Eliseo a un hombre santo, a un profeta; y por su parte Eliseo sabe descubrir en la mujer su necesidad, aquello que tanto desea: La Vida.

Si leemos a Mateo este domingo nos encontramos con un Jesús que parece que busca la división, el desarraigo. Pero no es así; su mensaje es bastante claro, lo primer y por encima de todo está el servicio a favor del Reino: la lucha contra la injusticia, contra la marginación y por otro lado la conquista de la Paz, la Paz que no significa la ausencia de guerras si no que está hablando de conseguir la Paz de los estómagos vacíos, de las dignidades sometidas,…

Si queremos seguir a Jesús debemos revelarnos contra esa Paz que nos muestran, que no es verdadera, la Paz de Jesús lucha contra la injusticia con armas que no hieren, que no matan… él habla de una conducta humana que evita el sufrimiento, el hambre, el dolor, nos enseña cómo vivir y organizar el mundo y las relaciones humanas de acuerdo a la Paz del Evangelio, de acuerdo con el Plan de Dios.

El seguidor/a de Jesús tiene una clara prioridad, ante la lucha por la justicia, todo lo demás está subordinado a ello: la familia, los amigos, mis objetivos…. Mi vida entera.