Por: Secretariado de Espiritualidad.
Del 28 al 30 de junio nos reunimos en Huarte (Navarra): Inés Hernández, Milagros Sanz, Carmen García y M. Carmen Martín para realizar la preparación inmediata a la celebración de las Bodas de Oro que se llevará a cabo el día 15 de agosto en El Escorial. Pocas pero parecen muchas. ¡Qué intensidad de vidas!
Celebran 50 años de Consagración, ¡cincuenta años que se dice pronto! pero son muchos años, meses, semanas, días… con el deseo de ser fieles a la llamada recibida y llevarla a cabo de la mejor manera posible. No es una cosa banal, es MUY IMPORTANTE y SIGNIFICATIVA, por esto, nos alegramos y damos gracias con ellas por su fidelidad y perseverancia.
Cuando hoy en día, casi todo es de quita y pon, de usar y tirar, de me comprometo y al día siguiente lo dejo, de me caso me divorcio… esta fiesta aparece como la constatación de que sí se puede. El ser humano sí tiene capacidad de llevar a cabo proyectos de por vida, con la ayuda de Dios. Las cámaras de TV, las diferentes emisoras de radio, la prensa escrita… tendrían que dar fe de este acontecimiento. Al mundo y, sobre todo, a nuestros jóvenes, les haría mucho bien.
Todo nuestro encuentro nos presidía un pequeño altar donde aparecían una cruz de Rwanda, una virgen de Japón y un librito sobre la espiritualidad del cuidado. Tres objetos que querían simbolizar las vidas y la entrega de estas tres compañeras. A la luz de la Palabra de Dios y en compañía de María, hicimos un recorrido agradecido por cada una de sus historias, historias sagradas.
Y concluimos los días de preparación con las mismas palabras y la misma disposición con la que todo comenzó:
Fortalecidas con tu Espíritu,
seguimos diciendo, hoy,
“mi Buen Jesús, yo quiero hacer algo por ti”