Por: Charo Martí. Vita et Pax. Valencia.
Desde que me jubilé, los dos primeros años, fui a Manantial, tres días a la semana por las mañanas, echaba una manita a Concha (no sé si todas sabéis que falleció en diciembre). Mientras aproveché para hacer el curso de voluntariado en Cáritas, y ante las “ofertas” que nos hicieron para poder colaborar, me ofrecí para Inmigración, sin especificar nada más. Tardaron casi un año en llamarme. Me ofrecieron la colaboración en un piso semi – tutelado donde viven nueve “muchachos” de África subsahariana.
En ese piso colaboramos nueve o diez voluntarios, la mayoría les dan clases de español. Otras enseñan cocina española y otros dos voluntarios se encargan de la intendencia del piso.
Mi voluntariado en ese piso tiene varias facetas, una de las principales es la acogida cuando llegan nuevos.
Los miércoles les acompaño al mercado para realizar la compra de toda la semana, a la vez, que aprenden vocabulario y poco a poco van aprendiendo a perder el miedo y desenvolverse.
Desde que llegan a Valencia, y al tener derecho desde el primer día a ser atendidos vía urgencias o en la O.N.G Médicos Solidarios, si alguno de ellos presenta algún problema de salud (casi todos lo presentan), les acompaño y después, cuando ya se han empadronado, consiguen la tarjeta sanitaria, y tienen derecho a ser atendidos en la sanidad pública, les acompaño al Centro sanitario. También les acompaño si son remitidos a especialidades o al Hospital.
Aunque mi compromiso “fijo” es el miércoles de mañana, cuando surgen todos estos otros problemas de acompañamientos, si no es a urgencias, lo programo para que no coincida con mi otra responsabilidad con los miembros de mi Centro de Vita et Pax.
Estas actividades voluntarias, me han enriquecido y ayudado para comprender mejor los problemas y “dramas” personales con los que vienen muchos inmigrantes y también me han ayudado a descubrir la gran sensibilidad y profesionalidad de muchos sanitarios y Trabajadores Sociales a la hora de atenderles a ellos y a mí misma, informando y orientando los pasos a seguir.
Otra de mis actividades voluntarias es en lo que en el Instituto Vita et Pax, llamamos Ruanda Fraternidad y en menor escala Lar Santa María de la Bahía. Al formar parte como O.N.G. reconocidas en Valencia estamos comprometidas por estatutos a participar en reuniones y especialmente en las Asambleas y cualquier actividad reivindicativa que se convoque en las cuales me hago presente (alguna vez también ha participado Cecilia).