Mi Padre trabaja siempre
… y yo también trabajo.
Del 1 al 3 de marzo tuvo lugar el XXIII encuentro de miembros jóvenes de IISS organizado por la comisión de Pastoral Vocacional de CEDIS.
Nos reunimos veinticinco personas de nueve institutos seculares en la casa de las hijas del Corazón de María, en Madrid.
Al igual que en años anteriores seguimos profundizando sobre aspectos de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI), y este año el encuentro y la reflexión se centraron en el tema del trabajo. La mayoría de las asistentes estamos en activo, y la reflexión estuvo orientada a iluminar nuestra presencia y testimonio desde la profesión.
“El trabajo: una mirada desde el Evangelio” fue el tema que el sacerdote José Castro Cea de una manera muy dinámica y sencilla nos presentó durante la mañana del sábado. Clarificó conceptos y explicó un poco la evolución del mercado laboral y la dinámica socioeconómica. Con la Laborem Excercens de fondo fue desentrañando la posición de la DSI, constatando que en la actualidad siguen vigentes algunos de los problemas que se planteaban en 1981, y otros se han agravado.
La tarde empezó con la proyección de la película “Un mundo libre” y el intercambio de impresiones y ecos de la misma. La película, ambientada en Gran Bretaña, trataba de la flexibilidad laboral, la globalización, los turnos de trabajo, los salarios bajos y el consumismo; una precariedad laboral que hoy vemos muy cerca. El resto de la tarde la dedicamos al ensayo de cantos y la preparación de la Eucaristía que celebramos a continuación.
El domingo transcurrió más centrada en la oración y la evaluación del encuentro, pues los viajes de partida empezaban pronto. Comenzamos con la oración y la Eucaristía. El encuentro, ya desde el trabajo previo realizado por las participantes, estuvo muy orientado a ser conscientes de nuestra mirada sobre la realidad, en particular sobre la realidad profesional, para descubrir con mirada contemplativa la presencia de Dios en ella.
Tras la evaluación del encuentro y comentario de los retos que planteaba lo tratado en el encuentro, se compartieron las parábolas que cada una había escrito en el trabajo previo al encuentro. Parábolas que mostraban cómo veíamos y descubríamos a Dios presente en la cotidianidad, en el quehacer diario.
Como ya es característico en estos encuentros, estuvo cargado de simbología y detalles relacionados con el tema del encuentro.