¡¡”Necesitamos Practicar La Ley Del Amor”!!

Necesitamos practica la Ley del Amor
Domingo XXX del T.O.
Por: Sagrario Olza. I.S. Vita et Pax. Pamplona

Textos Litúrgicos:

Ex 22, 20-26
Sal 17
1Ts 1, 5-10
Mt 22, 34-40

 

“Necesitamos Practicar La Ley Del Amor”

 

En este Domingo podemos escuchar directamente a Dios, en el Antiguo Testamento,  -Primera Lectura; Éxodo 22, 20-26-  y a Jesús, en el Evangelio de Mateo 22, 34-40. Un mismo Mensaje,  que se mantiene a lo largo de los siglos  y llega hasta nuestros días.  Es el Mensaje fundamental del Dios que guía a su Pueblo y el de su Hijo Jesús, dirigido no sólo a su Pueblo sino a todas las  gentes de su tiempo y de todos los tiempos.  Un Mensaje de plena actualidad para nosotros, que nos señala cómo vivir y convivir “familiarmente”, pues todos formamos “una sola familia”, la “Familia Humana”.

“Esto Dice El Señor…”

 

Esto dice Dios: “No maltratarás ni oprimirás al emigrante, pues emigrantes fuisteis vosotros…”,  “No explotarás a viudas ni a huérfanos…”,  “Si prestas dinero… no serás un usurero…”

La Ley de Moisés, por la que se regía el Pueblo de Israel, tenía unos Mandamientos y muchos Preceptos.  En el Evangelio de hoy escrito por San Mateo, un Doctor de la ley, para poner a prueba a Jesús, le preguntó: “¿Cuál es el mandamiento principal de la ley?” Y la respuesta de Jesús la conocemos: “Amarás al Señor tu Dios… Amarás a tu prójimo… En estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas”. Y en el Evangelio de Marcos  Jesús añade: “No existe otro mandamiento mayor que estos”.

Según la Historia del Pueblo, Israel muchas veces “olvidaba” el mandamiento de su Dios. En el tiempo de Jesús conocían bien la ley –el que le hace la pregunta es Doctor de la ley- pero no todos la cumplían. Jesús mismo, en otros momentos, se lo echa en cara, principalmente a los fariseos, que se preciaban de ser los “especialistas y doctores de la Ley” y sus fieles cumplidores.

En toda familia existen roces, desavenencias, desencuentros… En toda experiencia de relaciones personales encontramos dificultades… Somos diferentes, nuestras maneras de pensar y hacer tantas veces no coinciden.  Por otra parte sabemos, y los especialistas nos lo dicen, que las diferencias nos enriquecen y ayudan. El Documento Sinodal “Instrumentum Laboris”, nº 53, nos lo dice hablando de nuestra participación en la Misión de la Iglesia: Hemos de asumir personalmente que “somos incompletos” y es necesario complementarse. Todos somos necesarios… “esto también es Sinodal”.

En nuestras propias vidas, todos tenemos la experiencia de ser “incompletos”, necesitados de algo, especialmente en situaciones de fragilidad.  Pedimos ayuda, la esperamos, la agradecemos… ¡hasta la reclamamos!  Hemos llegado a establecer la  “Declaración Universal de los Derechos Humanos” y pedimos y exigimos que se cumplan.

Los Mandamientos de Dios, el anuncio y vida de Jesús sintetizadas en su “Ley del Amor”, nos enseñan a vivir y convivir.  También nosotros “hemos olvidado la enseñanza”: vivimos enfrentados en guerras, ideologías… hay fuertes luchas por el poder, el prestigio… El negocio de la fabricación y venta de armamento – para matar y destruir-  “sostiene” a los países que dominan nuestro mundo… A nivel personal, ¿quién no siente, a veces, la ambición de ser más, tener más, “figurar” más… aunque otros sean los perdedores?

La Palabra de Dios se nos ofrece gratuitamente cada semana en la Celebración Eucarística.  En este Domingo somos invitadas/os, particularmente, a ponernos a la escucha: “Esto dice el Señor…Amarás a tu Dios… Amarás a tu prójimo…”  Y también a tomar conciencia de que “somos incompletas/os”, necesitadas/os de la complementariedad, necesitadas/os  del apoyo mutuo… Necesitamos al prójimo…

¡¡ “Necesitamos  Practicar La Ley  Del  Amor”!!

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