Publicado en el Boletín de COPAE (Comisión Pastoral Paz y Ecología) de San Marcos.
Por Jonathan Turner
Trabajar por la paz y la justicia no es solo un trabajo para asesores y líderes internacionales, se le dijo al público el domingo (9 de Octubre) durante la ceremonia del Premio Terris Paz y Libertad al Centro Rogalski a la Universidad de St. Ambrose.
El Obispo, Álvaro Leonel Ramazzini, de San Marcos, Guatemala, fue el 40 ganador del premio, que fue presentado por el Obispo Martin Amos, de los Diócesis de Davenport.
El premio se da en conmemoración de la carta encíclica, Pacem in Terris, que significa “paz en el mundo”, de 1963 del Papa Juan XXIII
”Recibiendo este Premio en línea de las y los que lo han recibido antes me obliga de comprometerme de seguir adelante”, dijo Monseñor Ramazzini, 64, señalando que él representa “miles de hombres y mujeres que han luchado para proteger los derechos de los más empobrecidos.”
Desde que se originó en 1964, los recibidores de Pacem in Terris (entre ellos seis ganadores del Premio Nóbel de la Paz), incluyen Martin Luther King Jr., Dorothy Day, Madre Teresa, Arzobispo Desmond Tutu, Cesar Chávez, Lech Walesa y Msgr. Marvin Mottet.
El honor del domingo reconoce “el compromiso apasionado de la paz y la justicia” y su ”defensa y liderazgo en nombre de las comunidades más vulnerables de Guatemala,” llamando la atención del resto del mundo a la ”explotación de recursos minerales por parte de las compañías multinacionales.”
Él ha defendido la justicia en cuanto a leyes migratorias, acuerdos de paz y tratados de comercio internacional. Todos sus esfuerzos “a su vez han fomentado coraje civil del pueblo de Guatemala, del región y del mundo,” el premio dice.
El liderazgo de Monseñor Ramazzini “lo ha expuesto al riesgo personal frente a los que se beneficiarían de las tierras sin tomando en consideración el pueblo que allí viven desde cientos de años,” indica la biografía del programa.
“Ser un cristiano significa defender y promover el respeto de los derechos humanos,” dijo él.
El muro de Berlín ya no existe, pero ”nuevos muros han sido construidos – en la frontera con los Estados Unidos y México, en los territorios palestinos,” señaló Monseñor Ramazzini. ”Hemos creado muros mentales que nos separan y dividen – de racismo y xenofobia, leyes injustos que tratan a los emigrantes como criminales.”
En lugar de responder a los necesidades de los mas pobres del mundo, los Estados Unidos y también otros países ricos muchas veces protegen la vida de consumismo y hedonismo, adorando los diócesis falsos del dinero, del poder y del placer, dijo el Obispo, señalando que la mitad de las niñas y los niños entre 1-5 años sufren de malnutrición.
”Esto siembra las semillas de la injusticia e impone la mentalidad de que tener es mas importante que estar,” dijo. ”Hoy día el mundo está al revés y tenemos que corregirlo.”
Monseñor Ramazzini dijo que el mundo se está moviendo en la dirección opuesta de lo que indican los Objetivos de Desarrollo del Milenio del ONU, que van desde reducir a la mitad la pobreza extrema hasta detener la propagación del VIH/SIDA para el año 2015.
”Querer paz no es suficiente. Si, de verdad, queremos paz, necesitamos trabajar por la paz,”, dijo el Rabino Henry Jay Karp del Templo de Davenport en su oración de apertura. ”Cada uno de nosotros tenemos que trabajar por la paz.”