Oración de Amistad
“El amable conversar con Jesucristo, como se habla con un amigo”
D. Cornelio,
No es fácil ni evidente orar. Los principios siempre cuestan y no hay claridad, D. Cornelio sabia bien lo que quería pero dudaba en cómo conseguirlo: “Los comienzos fueron bastante embarazosos. Quería ser amigo de Jesucristo. ¿Cómo me las apaño? ¿Por dónde empiezo?”. Él mismo no tarda en encontrar la respuesta: “Pues por donde comienzan los amigos de la tierra”. Empezaría lo que llamaría: La Oración de Amistad.
Una oración caracterizada por la sencillez de una conversación entre amigos. Y poco a poco la oración se fue haciendo con más naturalidad. No era una simple oración intimista que le dejaba buen regusto, D. Cornelio empezó una real y profunda transformación.
Igual que la amistad humana puede evolucionar hacia un cariño superior, el enamoramiento, también la amistad con el Señor puede evolucionar hacia enamorarse de Él. Esa fue la experiencia de D. Cornelio, el gran enamorado de Jesucristo.
En su itinerario espiritual, D. Cornelio siguió fiel a su amistad con Jesús y a su oración diaria, de tal manera que su transformación se iba produciendo de manera lenta pero imparable: “Yo percibía el fuerte colorido de Jesucristo que mi alma iba tomando…
(“Libro: Vivir de tu Vida” pág. 45 – 49)