29º Domingo del T.O. Ciclo B
Por: Auxiliadora Fernández Fernández. Mujeres y Teología de Ciudad Real.
Por ahí no
Se disputaban y le pedían al Maestro los primeros puestos y ponerse por encima del resto…., y Él rotundamente les dijo: POR AHÍ, NO. Debéis cambiar de rumbo y coger la dirección opuesta. Quien quiera tomar parte en mi Proyecto liberador, no puede estar por encima de los demás, ni ocupar los primeros puestos, sino más bien abajo, muy abajo, con la gente de abajo y desde el servicio callado; sin imposiciones, sin afanes de poder ni de prestigio y sin poner precio a la entrega; a mi estilo, “porque yo no he venido a que me sirvan, sino a servir”.
Me queda la duda de si Santiago y Juan se enterarían bien de por dónde iba la cosa, a pesar de que el Maestro se lo explicó con infinita paciencia y claras palabras. Y me persigue la duda de si yo también me he enterado bien o sigo caminando en la dirección opuesta.
Teóricamente, el mensaje está muy claro: Sabemos que lo nuestro es SERVIR sobran explicaciones; pero el hacerlo vida en lo concreto de cada día y en cada tarea, sin buscar aplausos, sin esperar resultados, sirviendo con especial predilección a quienes a penas pueden “pagarnos”, sin autoritarismos, sólo con “la autoridad ganada”, todo de gratis y las 24 horas sin interrupción….., es otro cantar. Y me cuesta, por más que lo intente y hasta lo “predique”.
Porque la lógica de la cultura dominante que nos invade, nos ha metido hasta lo más profundo de nuestro ser, que lo importante es triunfar, ocupar los primeros puestos, poner precio a cualquier cosilla que hagamos…..
Y Jesús nos insiste: Quien quiera venirse conmigo que se apunte a la lógica de la gratuidad, de lo pequeño, de lo aparentemente inútil. Nunca os dejéis seducir por la lógica de los poderosos de la tierra, “Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso”. Y nada es nada.
Bien sabemos cómo se lo montan quienes manejan los hilos de este sistema injusto. Bien lo saben tantas y tantas personas empobrecidas que cargan con el yugo opresor de “Una economía que mata” (Evangelii gaudium 53). La lista sería interminable. Algunos rostros sufrientes los tocamos a diario, otros, se nos quedan lejos, ahogadas sus esperanzas en el mar. Son los “descartados” -en palabras también del Papa Francisco-.
Señor, Jesús, es difícil tu propuesta de SERVICIO, pero en ella queremos centrar nuestras vidas, aunque nos cueste y aunque a veces, también duela. Tú “que amas la justicia y el derecho” , cólmanos de tu misericordia, hasta que algún día puedas decirnos: POR AHÍ, SÍ.