VI Domingo del Tiemplo Ordinario.
Por; Justo Prieto sj. Parroquia Las Palmas de G.C.
Textos Litúrgicos:
Eclo 15, 15-20
Sal 118
1Cor 2, 6-10
Mt 5, 17-37
Potenciar las Relaciones Fraternas
Seguimos con el itinerario de Mateo, y con el Capt. 5. Hoy hemo seguido con los versículos 17 al 12, con la llamada Regla de oro.
El Evangelio tiene dos partes. La primera (5,1-12), con unidad en el tema y el forma y está formada por 4 frases de Jesús: la última (v. 20) contine las palabras que la enganchan a toda la sección posterior (yo os digo) y la palabra que cierra esa sección posterior (sobreabundar, v.47).
La segunda parte (5,21-37) recoge 4 antítesis (fue dicho, pero yo os digo), que son la materialización concreta de la justicia sobreabundante que debe caracterizar a los discípulos de Jesús.
Dar plenitud a la ley y los profetas significa que Jesús ha sido envidado par aponer de manifiesto su sentido más pleno y auténtico.
Las seis declaraciones (este domingo hemos leído cuatro) complementa esta primera sección. Nos hablan del cumplimiento de la ley en cosas concretas de la vida diaria. La plenitud de la ley vivida desde una nueva justicia sobreabundante. Que es la ley del Amor.
Reflexión
La ley es importante es necesaria pero mucho más importante es la interpretación de la ley que es el bien del ser humano, el potenciar las relaciones que sea más fraternas. El medio para interpretar la ley, para Jesús es la experiencia que está teniendo con Dios, que él lo siente como Padre, cercano, tierno y bueno, que le caracteriza la compasión y la misericordia. Porque lo que quiere es que la Torah que el hombre debe observar, es la del amor de los unos hacia los otros.
“Para Jesús la voluntad de Dios apunta siempre al amor y la misericordia, la vida plena, que en el fondo, es el contenido de al Ley: por eso, casi todas la interpretaciones que hace Jesús de la Ley, e incluso las aparentes infracciones de algún precepto, son justificados por él, apelando al argumento del amor y la misericordia” (Sáez Maturana).