Ayer comimos todos juntos después de un tiempo sin podernos tocar y besar, y sí, nos besamos, celebrábamos el cumpleaños de cuatro de la familia y nos entregamos regalos de “cosecha propia”. A la pequeña le regalaron un cuadro pintado por su tía y cuando lo abrió le dijo “pero si es un unicornio” todos habíamos visto el cuadro, pero la única que lo reconoció fue ella.

No es raro que Jesús nos señale a los niños y a los pobres

La sabiduría de la mirada de los niños, su sensibilidad para captar. No es raro que Jesús nos señale a los niños y a los pobres para que, desde ellos, descubramos qué es la entrega por amor, qué significa entregar vida, porque a ellos no les distrae las cosas materiales frente al amor entregado, no tienen intereses que superen su deseo de amor y de amar.

Jesús se presenta como un rey sereno y humilde y hace su entrada sobre un borrico, sobre el “equino” menos altivo, frente a los caballos de Jerusalén; Jesús siempre establece esa conexión de igualdad con ellos.

Les anuncia un nuevo Reino, una nueva Humanidad que cubrirá toda la tierra de mar a mar…hasta los extremos del mundo, porque sabe que los pobres y los niños entenderán la Buena Noticia, el mensaje de su Padre.

El proyecto de Jesús también tiene sus exigencias, pero éstas no son unas exigencias que esclavicen si no que son compromisos libremente aceptados y que llevan consigo una gran liberación “mi yugo es suave y mi cargo ligera”.

Somos compaginables con Dios lo que no es compaginable son nuestras actitudes, la utilización que hacemos de los dones que Dios nos ha concedido. Jesús se esfuerza por mostrarnos cómo hacer, él sabe que somos capaces de entender lo que es la buena noticia, pero ve nuestra torpeza y nos muestra durante todo el Evangelio cómo hacer, cómo desprendernos de nuestros egoísmos y cuál es ese amor que nos permitirá ser felices, nos enseña LA FRATERNIDAD y que siempre debemos proteger a los “próximos” con nuestra vida y con nuestro actuar.

Nos lo dijo el domingo pasado en el evangelio, nos pedía que primereáramos  a Dios en todo lo relacionado con nuestra vida, no es una postura egoísta es la explicación de lo que es el amor de Dios, un amor diferente que te encamina a poner al próximo por delante de ti. Te lleva a la FRATERNIDAD UNIVERSAL.