Por: Ana Roca. Vita et Pax. Barcelona
BUENOS DÍAS.
Me llamo Ana Roca.
Muchos me conocéis de verme por el barrio y en la parroquia.
Hoy que la Iglesia celebra el día del enfermo, os expongo el testimonio de cómo vivo mi enfermedad.
Hace unos años me diagnosticaron una anemia importante y poco a poco mi médula iba dejando de funcionar y, hace un año aproximadamente, tuvieron que empezar a poner transfusiones de sangre.
Hoy doy gracias a DIOS y también manifiesto mi agradecimiento a todas las personas que, de forma anónima y desinteresada, donan parte de su sangre para que las personas como yo, podamos seguir teniendo vida y desarrollar una actividad cada día.
También mi agradecimiento a todo el personal sanitario que, con su trabajo, alivian nuestra enfermedad.
Muchas gracias.