VII Domingo del TO.
Por: Toni Tatay Nieto. Laico. Parroq. S. Francisco de Sales.
Elda (Alicante)
Textos Litúrgicos.
Le 19, 1-2. 17-18.
1 Co 3, 16-23.
Mt 5, 38-48.
Una Propuesta de Vida
Siempre me pasa un poco igual. Los textos bíblicos nunca me dejan indiferente y normalmente me remueven por dentro y cuestionan mi vida. Me pasa con pocas cosas. Supongo que el cristianismo en realidad no es una religión como la entendemos actualmente, sino una propuesta de un estilo de vida concreto guiado por la misericordia y la lucha por la justicia y la paz en todas sus dimensiones con una especial atención a nuestros hermanos y hermanas más frágiles y excluidos.
La propuesta de Jesús es ciertamente difícil y también exigente puesto que siempre invita a valores alternativos en contraposición de los que rigen nuestra sociedad y los que regían la sociedad de quienes escribieron los Evangelios. Pero siempre nos interpela a no tener miedo a nuestra fragilidad humana sabedores de la mirada misericordiosa de Dios hacia todos nosotros y nosotras.
La primera lectura nos anima a la santidad. Pero no como algo heroico o inalcanzable o como algo reservado solo para unos pocos. A una santidad alcanzable en la vida ordinaria y cotidiana sin más objetivo que el amor al prójimo y la voluntad inquebrantable de intentar hacer el bien y luchar por la justicia. Una santidad que, ciertamente, exige posicionarse, “mojarse” como se dice ahora.
También la segunda lectura nos anima en ese camino de santidad exhortándonos a abandonar los valores “de los sabios de este mundo” e invitándonos a la humildad en el seguimiento de los hijos e hijas de Dios. Porque “todo es nuestro, nosotros de Cristo y Cristo de Dios” y, por tanto, todos hermanos y hermanas e hijos e hijas de un mismo Dios Padre y Madre.
Por último, el Evangelio de Mateo. Jesús va mucho más allá de los mandamientos del Antiguo Testamento y de una religión basada en el cumplimiento, los ritos y la ley, en la justificación de nuestros actos. Jesús, me parece a mí, rompe con ese esquema perverso y falso y plantea de forma revolucionaria las bienaventuranzas como la clave de su propuesta.
Esto es mucho más bonito y a la vez difícil ya que supone un potente disparo a la línea de flotación de nuestras seguridades más arraigadas. La inversión de valores es total: no hacer frente a quien nos agravia, nunca más el diente por diente y el ojo por ojo que no es sino un círculo de violencia sin fin. Todavía más difícil “amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen” … Desde luego, una locura.
Una propuesta loca, revolucionaria y subversiva a una sabiduría “nueva e inesperada”.