Por: Secretariados de Formación y Espiritualidad de Vita et Pax.
¿Qué son los Institutos Seculares?, ¿cómo nacieron?, ¿en qué circunstancias históricas?, ¿cuál es su estilo de vida? Estas y otras son preguntas que se hacen quienes se acercan a los Institutos Seculares con deseos de informarse o, sencillamente, de contemplar el bello jardín de carismas que adornan la Iglesia.
Los Institutos Seculares son asociaciones de creyentes –hombres y mujeres- laicos, laicas y también sacerdotes-, que viven la plena consagración a Dios, en el mundo y dentro de él, inmersos totalmente en sus estructuras, con la pretensión de impregnarlas de espíritu evangélico.
Los Institutos Seculares surgieron como respuesta a un momento histórico concreto, – finales del siglo XIX-, en el que avanzaba velozmente el proceso de secularización en virtud del cual, las realidades temporales: la sociedad, las ciencias, las artes, la política, etc., conquistaban su legítima autonomía y se separaban de la religión. Este proceso, lógico y necesario, entrañaba un serio riesgo: el secularismo, es decir, el prescindir de Dios.
Este riesgo fue intuido tempranamente por mujeres y hombres que vieron la urgente necesidad de permanecer dentro de la sociedad sin abandonar sus profesiones y viviendo, con todo radicalismo, los consejos evangélicos.
En aquel entonces, fue ésta una idea revolucionaria a la que se fueron adhiriendo muchas personas que sentían esta inquietud. Costó que se abriera paso en la Iglesia pero lo consiguió. En el año 1947, bajo el pontificado del Papa Pío XII, fue reconocido oficialmente este nuevo estilo de consagración.
En boca de Pablo VI diremos que “Si nos preguntamos cuál ha sido el alma de cada Instituto Secular que ha inspirado su nacimiento y su desarrollo, debemos responder: el anhelo profundo de una síntesis; el deseo ardiente de la afirmación simultánea de dos características: 1) la total consagración de la vida según los consejos evangélicos y 2) la plena responsabilidad de una presencia y de una acción transformadora desde dentro del mundo para plasmarlo, perfeccionarlo y santificarlo”.
Y, más recientemente, el Papa Francisco hablaba así a los Institutos Seculares: …todos los días, hacer la vida de una persona que vive en el mundo, y, al mismo tiempo, custodiar la contemplación, esta dimensión contemplativa hacia el Señor y también en relación con el mundo; contemplar la realidad, como contemplar las bellezas del mundo, y también los pecados graves de la sociedad, las desviaciones, todas estas cosas, y siempre en tensión espiritual… Por eso vuestra vocación es fascinante, porque es una vocación que está justo ahí, donde se juega la salvación no sólo de las personas, sino también de las instituciones. Y de muchas instituciones laicas necesarias en el mundo. Por eso pienso así, que con la Provida Mater Ecclesia, la Iglesia ha realizado un gesto verdaderamente revolucionario.
Llevamos, pues, poco más de cincuenta años de recorrido. Dentro de la familia eclesial, doblemente milenaria, suponemos una realidad joven y como tal, vigorosa, ilusionante y llena de esperanzas. Existen más de 170 institutos diseminados por el mundo, cada uno con su carisma específico, enmarcado en la amplia misión que la Iglesia les ha confiado: ser en el mundo luz, sal y fermento.
Si quieres conocer más sobre los Institutos Seculares e ir descubriendo lo que Dios espera de ti, te ofrecemos acompañamiento vocacional a través de nuestro Secretariado de Espiritualidad. Puedes ponerte en contacto con:
Dirección de correo: vidapaz@vitaetpax.org