“Escuchar al Corazón, Seguir Sus Pasos”

escuchad al corazon

IV DOMINDO DE PASCUA
Por: Victoria Cañas. Vita et Pax. Pamplona

LA VOCACIÓN CRISTIANA

Textos Litúrgicos:

Hch 11,1.18
Sal 41
Ap  7,9.14.17
Jn  10,27.30

Inmersas en los acontecimientos que atravesamos se me ocurre comenzar por esta segunda lectura del Apocalipsis.

“El que acampa entre nosotros” nos conduce hacía la tierra en la que no habrá hambre ni sed, en la que el bochorno no hará daño. Comparte nuestra vida porque él es “la fuente de aguas vivas”.(Ap 7.9)

Tendrían que ser Palabras que nos hagan revertir estos tiempos difíciles que estamos viviendo: la pandemia, la erupción del volcán de Canarias, la guerra de Ucrania… catástrofes ecológicas, humanas y con repercusiones universales.

Constantemente oímos, “Todos vamos en la misma barca” pero sigo pensando que en la barca hay “camarotes de primera” para unos y “bodega” para otros, porque no todos tenemos las mismas posibilidades, siempre hay a quien le toca vivir en la bodega y el numero va creciendo.

Las grandes potencias siguen mostrando su interés por el poder o el dinero (¿Acaso la venta de armas no es el primer negocio mundial?) Eso sí, son los pequeños, los que más se dejan “afectar” por todas estas realidades y salen al encuentro de los otros, acogiéndoles, abriéndoles sus puertas y mostrando la solidaridad una vez más.

No nos permitamos el lujo de desactivar la esperanza en este mundo nuestro tan abatido. La voz de Jesús para nosotros es un motivo para vivir, creer y confiar.

Hoy nos dice Jn:

ESCUCHA

«Mis ovejas escuchan mi voz”

Jesús está vivo, resucitado; más aún, está presente, cercano, camina con nosotros. Se trata de seguir su voz, de abrir nuestros oídos y corazones a los gritos de los más empobrecidos, de los excluidos por tantas causas que siguen clamando por su dignidad.

CONOCE

“Yo las conozco”

Hacer la experiencia de una comunión de amor, reforzar los lazos que nos unen a Jesús, necesitamos repensar nuestra fe y expresarla, reflexionarla personalmente, conocer mejor su Palabra, interiorizar el mensaje evangélico, madurar nuestra oración.

SÍGUEME

“…y ellas me siguen”

El seguimiento es fruto de una opción sincera y libre, no se trata del cumplimiento de ciertas normas rutinarias.

Caminar detrás de Él siguiendo sus huellas. Comprometernos en algo en común. «Yo y el Padre somos uno»: acercarnos a los que están inmersos en mil soledades, curar las heridas producidas por la dureza de la vida, devolver la dignidad a la humanidad.

  Oración de F. Uribarri

“Pastor Bueno, nos llamas por nuestro nombre
y nos reconoces por mil gestos y detalles.
Dispuesto a dar la cara y la vida
por nosotros, a pesar de nuestras tonterías,
tus palabras son nuestra seguridad.

Andábamos despistados por ahí,
y nos pones en camino contigo
en búsqueda de otros pastos y fuentes.
Nos haces renunciar a las doctrinas enlatadas
los ritos repetidos y sin sentido
y nos dices: Id donde el corazón os lleve.

Contigo hemos roto el silencio
y nos atrevemos a levantar la voz
a la denuncia y a la contestación;
porque bulle la vida en nuestras entrañas
y late la esperanza en nuestro corazón”

La Vocación Cristiana

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