Paz a esta Casa

Paz a ésta casa
DOMINGO XIV DEL TO.
Por: Rosa Mª González. Vita et Pax. Tafalla

Textos Litúrgicos:

Is 66, 10-14
Sal 65
Gal 6, 14-18
Lc 10, 1-12. 17-20

El domingo pasado el evangelista Lucas nos narraba la decisión de Jesús de subir a Jerusalén. Esta nueva etapa ya nos va manifestando a un Jesús que va a realizar su condición de Enviado por el Padre. Aquí terminará su misión y la tendrán que continuar sus discípulos. Envía a 72,  un número bíblico que manifiesta que son más los que van haciendo camino con Jesús y van a ir de dos en dos.

Durante todo el camino les va comunicando cómo debe ser la actuación de los enviados y no lo pone nada fácil. Deben ser personas dispuestas a ponerse en camino; los medios que van a emplear tienen que ser sencillos y por eso tienen que ser y estar totalmente libres. La libertad no se puede alcanzar estando atados a las posesiones, riquezas, prestigio, dar buena imagen etc y todo con total radicalidad. Ante tanta exigencia para trabajar por el Reino, es normal que muchos discípulos lo fueran dejando pero los que seguían volvían contentos a su encuentro para narrar todo lo que habían hecho en su nombre.

¿Y cuál era la misión encomendada?: “Cuando entréis a una casa , decid primero: Paz a esta casa”, curad a los enfermos que haya y decid: “Está cerca de vosotros el Reino de Dios”: Paz, curación, anuncio del Reino.

Y esa misión nos la sigue encomendando hoy a todos y a todas que queremos seguirle y ¿cómo hacerlo? Para anunciar la paz primero tenemos que poseerla, transmitirla en nuestra vida diaria, reflexionar con profundidad sobre todas las guerras que estamos viviendo, no solo la de Ucrania y Rusia, sino todas las que hoy hay en el mundo. ¿Por qué nos está afectando más la de Ucrania? Porque la tenemos delante a todas horas, porque toca directamente a nuestros bolsillos, porque tenemos miedo a que nos llegue a nuestro país. Porque, porque….pensemos hoy en todos los porqués que cada cual llevamos en el corazón. Para ser libres tenemos que decir también que quienes están ganando muchísimo son las grandes empresas armamentísticas y a ellas no les interesa que se terminen. Seamos creadores/as de paz y colaboremos para no fomentar más violencia.

La curación, la sanación, está siempre presente en la misión de Jesús. Curaba enfermedades, sanaba a las gentes orilladas, liberaba  a las personas poseídas por el demonio……. Y hoy también nos sigue encomendando esa misión. No es difícil realizarla, la necesitamos personalmente y podemos contribuir a la sanación de las personas que nos rodean.

El anuncio del Reino de Dios es la tarea fundamental de todo cristiano. El reino de paz, justicia, verdad, igualdad, solidaridad… tenemos que ir construyéndolo, como dice el Papa Francisco, en sinodalidad. Poniéndonos en camino para hacerlo en comunión, participación y misión como pueblo de Dios.

Sigamos pues rogando “al dueño de la mies que mande obreros a su mies”

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